Durante la cumbre de la Unión Europea del jueves el diálogo se reanudó. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, presentó su línea roja a sus homólogos y convino con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que se reanudara el trabajo técnico para “facilitar” la reunión del lunes.
Una fuente europea con acceso a las negociaciones indicó este viernes que los acreedores de Grecia podrían plantearse el reemplazo del actual programa de reformas griego, del que Tsipras quiere liberar a su país. “No es crucial prorrogar (el programa existente). Podemos decir que comenzamos las discusiones sobre la base de un nuevo programa”, indicó un alto responsable europeo que pidió el anonimato. “No lo excluyo”, añadió.
El actual programa de reformas, por el que Grecia recibió ayuda financiera por unos us$274 mil millones desde 2010 de sus socios del Eurogrupo y del Fondo Monetario Internacional (FMI), es la línea que crispa las posiciones de Atenas como de los defensores de la ortodoxia fiscal, en primer lugar Alemania.
Tsipras, elegido a fines de enero con la promesa de liberar a su país de las reformas que considera “catastróficas”, afirmó en Bruselas el jueves, después de una cumbre con sus homólogos de la Unión Europea, que “el programa actual ya no existe”.
Este programa termina a finales de febrero y los socios de Grecia en la zona euro insisten para que pida su prórroga. Fue el reclamo que le hicieron al ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, en la reunión el miércoles, que terminó con un total desacuerdo.
– Pesimismo –
“La transición del programa (actual) a un nuevo programa griego es el único objetivo de las discusiones y del próximo Eurogrupo” que debe llevarse a cabo el lunes, dijo Tsipras el jueves al término de la cumbre.
Los trabajos técnicos “no abordarán las opciones políticas, esta discusión será el lunes”, dijo la fuente europea. De aquí al lunes “deben comparar el programa actual con las propuestas griegas y ver cómo encajan” pero también “identificar los puntos divergentes y ver cómo sobrepasarlos”, añadió.
Otra fuente con acceso a las negociaciones dijo a AFP que la parte griega quiere “suprimir una serie de medidas que incluso (el ex primer ministro Antonis) Samaras no había aceptado”. “Las medidas emblemáticas, como el alza del salario mínimo, la recontratación de algunos funcionarios, no son negociables” para los griegos que tampoco quieren implementar la reforma del mercado laboral, agregó.
Estas medidas tienen un costo. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que se declaró “inquieto” por la situación, pidió el jueves al terminar la cumbre que las medidas que el gobierno griego estime “tóxicas” y “antisociales” sean reemplazadas por otras que tengan un impacto fiscal equivalente.
A pesar de este lento avance en las negociaciones, el presidente del Eurogrupo se declaró este viernes “pesimista”. “Los griegos tienen ambiciones importantes pero las posibilidades, dada la situación de la economía griega, son limitadas”, dijo y agregó: “no sé a qué llegaremos el lunes”.