“Ahora que tengo 36 y he podido escapar de sus redes, quiero denunciar sus atrocidades”, afirmó.
Nacido en Bolivia y residente en España, 'Paulino' afirma haber sido tratado “como una bestia de carga” durante los tres años que pasó en Kenia.
“A la esclavitud laboral, se añadía la sexual. Nos decían que la vida sexual activa es algo que Dios quiere y que también quiere que vayamos desnudos porque desnudos nos creó”, añadió, precisando que el cura que dirigía la comunidad “montaba orgías con hombres y mujeres, en las que, a veces, participaba activamente”.
La presunta víctima asegura que se quejó en vano en varias ocasiones a la Iglesia desde 2012.
Ayúdeme, Francisco. Ponga un poco de alivio en mi alma rota. No permita que otros muchachos sigan pasando por este infierno”, escribe al Papa la supuestas víctimas.
El director de Religión Digital, José Manuel Vidal, que publicó el testimonio, escribe que lo presentó al Papa en septiembre pasado, y que el propio Francisco le dijo “publíquelo, publíquelo”.
El Papa ya había animado a otra presunta víctima de abusos sexuales a denunciar un supuesto caso de pedofilia en Granada (Andalucía, sur de España) a finales de 2014.
“Me duele, sobre todo, que durante todos estos años en los que no fui capaz de denunciar, ellos han seguido abusando de chicos y chicas. Y lo siguen haciendo, con total impunidad y descaro”, denuncia Paulino en su confesión, algunos pasajes de la cual también han sido publicados por el diario El País.
Varios miembros de la comunidad citada en su testimonio, activa principalmente en Kenia y Etiopía, formaron parte de una asociación acusada desde finales de los años 1980 de derivas sectarias.