La fuente no estaba autorizada a informar al respecto y habló con la condición de no dar su nombre.
El incidente ocurre cuatro meses después de que un dron pilotado por un empleado de inteligencia que estaba en su día de descanso aterrizó en un jardín de la Casas Blanca.
El Servicio Secreto informó en ese momento que el aterrizaje al parecer fue accidental y no representó una amenaza a la seguridad.
El incidente hizo que la agencia se enfocara más en los temas de seguridad relacionada con los dispositivos aéreos.