“Lanzamos una coalición internacional contra el tráfico ilícito de bienes culturales”, agregó Bokova.
Se trata de “una limpieza cultural”, estimó.
El jueves, Bokova había pedido la convocatoria de una reunión de crisis del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Cinco minutos de imágenes muestran a algunos insurgentes tumbando estatuas de sus pedestales y destrozando a martillazos estas colecciones del museo de Mosul, que incluyen objetos inestimables de los periodos asirio y helenístico.
En otra escena, los yihadistas emplean un martillo neumático para desfigurar un gran toro alado asirio en un sitio arqueológico de la ciudad, controlada por el grupo Estado Islámico (EI) desde el pasado verano boreal.
Los expertos creen que entre los objetos destruidos había piezas originales, fragmentos reconstruidos y copias. Algunas de las piezas tenían una antigüedad de varios siglos antes de Cristo.
La Unesco había indicado el jueves que, entre las piezas destruidas, se encuentran varias estatuas de gran tamaño procedentes del sitio de Hatra, situado a 100 kilómetros al sur de Mosul e “inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial” de este organismo de Naciones Unidas.