“No haga donativos a la Iglesia para soportar las injusticias que comete con sus empleados. Este es un pecado gravísimo: Es utilizar a Dios para encubrir la injusticia” , afirmó.
Durante su discurso, el obispo de Roma instó a los que acudieron a la misa a reflexionar en el periodo de Cuaresma sobre si en la nómina de sus trabajadores incluyen “contribuciones para su pensión” y “para asegurar su salud” , y en definitiva si son generosos y justos con aquellos que tienen a su cargo.
“No es un buen cristiano aquel que no hace justicia con las personas que dependen de él” , declaró, como tampoco es buen cristiano “aquel que no se desprende de las cosas que necesita para dar a otro que tenga necesidad” .
“No es no comer carne los viernes, hacer cualquier cosita, y después fomentar el egoísmo, la explotación del próximo, la ignorancia de los pobres” , agregó en alusión a ese precepto de la Iglesia sobre la abstinencia.
El Sumo Pontífice argentino también propuso que los fieles se cuestionen si ayudan diariamente a los colectivos más necesitados como niños o ancianos.
“Qué cosa puedo hacer por los niños, por los ancianos que no tienen la posibilidad de ser visitados por un médico? o que esperan ocho horas y más (a ser atendidos) para que les cambien el turno a una semana después?” , preguntó.
Pero no solo se refirió a ellos, sino que el máximo representante de la Iglesia Católica concluyó su alocución pidiendo que se rece por aquellos que están en las cárceles para que “el Señor les ayude a cambiar su vida” .