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¿Por qué los sondeos se equivocaron con Donald Trump?

Donald Trump logró el martes último una espectacular victoria sobre la favorita Hillary Clinton, en un resultado que además de la demócrata dejó un claro perdedor en todo el proceso: los sondeos de intención de voto.

Donald Trump acompañado de vicepresidente Mike Pence saludan a partidarios. (Foto Prensa Libre: AFP)

Donald Trump acompañado de vicepresidente Mike Pence saludan a partidarios. (Foto Prensa Libre: AFP)

El fracaso de las empresas de sondeos y los analistas en la elección fue tan evidente que el futuro de todo el ramo se convirtió en el centro de una polémica.
 
De las 20 mayores empresas de sondeos, incluyendo redes nacionales de televisión y periódicos que realizaron más de 80 encuestas desde mediados de septiembre, solamente una -del diario Los Angeles Times asociado a USC Tracking- indicó de forma consistente la ventaja de Trump.

El mismo martes de la elección, el sitio web especializado RealClearPolitics, considerada una fuente confiable en el análisis de tendencias, indicaba una ventaja promedio de unos 3,3 puntos porcentuales para Clinton.
 
El prestigioso analista Nate Silver fue consultado sobre el desempeño de los sondeos en esta elección, y respondió con una sola palabra: Terrible.
 
El sitio web especializado de Silver, FiveThirtyEight alertaba que Clinton vencería la batalla en Florida, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. Trump ganó en los cuatro estados.
 


Aún cuando el conteo de los votos indicaba claramente la ventaja de Trump, FiveThirtyEight indicaba que Clinton tenía casi 70% de probabilidades de ganar la elección.
 
El respetado sistema del diario New York Times, llamado Upshot, estimó que Clinton tenía 85% de probabilidades de ganar la elección y específicamente un 93% en Wisconsin. Una vez más: Trump ganó en ese estado.
 
Larry Sabato, profesor de la Universidad de Virginia, es autor de un famoso blog llamado la Bola de Cristal de Sabato, en el que predijo la victoria de Clinton.
 
Bola de Cristal tiene ahora una rajadura enorme, dijo Sabato luego a la  AFP

¿Porqué estaban equivocados?

 Es evidente que algo ocurrió, dijo Sabato sobre el fracaso generalizado en leer la realidad. El especialista recordó que se realizaron literalmente centenas de encuestas sobre la elección presidencial este año.
 
Uno de los problemas, dijo Sabato, es que los sondeos basaron su muestreo en el electorado tal como estuvo compuesto en la elección anterior. De esa forma, simplemente desestimaron el número de electores de Trump, demasiado tímidos o hábiles en eludir a los encuestadores.
 
La participación de personas blancas en las zonas rurales fue enorme, dijo, mientras que la de negros y millenials disminuyó.
 
Incluso los propios sondeos internos del equipo de Clinton fueron malinterpretados, de acuerdo con un analista que tuvo acceso a esos documentos y habló con  AFP  a condición de anonimato.
 
Estaban completamente equivocados y gastaron una fortuna, dijo.

¿Subestimaron el rechazo a Clinton?

De acuerdo con Sabato, no. Los sondeos lo mostraron claramente, apuntó.
 
Pero la mayoría reconoció demasiado tarde que los encuestadores no entendieron la profundidad del resentimiento contra la exsenadora y exsecretaria de Estado, a quien muchos ven como una corrupta integrante de una élite enquistada en Washington.
 
Yo no tenía idea de cuán profundas eran las divisiones, reconoció Paul Begala, un estratega del partido demócrata.

¿Que significa para el futuro de los sondeos?

 Sabato dijo que estaba desconcertado, tomando en cuenta que hubo literalmente centenas de sondeos equivocados.
 
Sin embargo, el especialista se negó a decretar el nocaut de los sondeos. El análisis solamente mediante la anécdota no es académico. Uno no puede apoyarse solo en instintos, hay que apoyarse en datos, dijo.
 
El experto también mencionó un marcado retroceso en el número de personas que están dispuestas a someterse a encuestas telefónicas.
 
En el futuro, la mayoría de los sondeos tendrá que hacerse en línea, dijo, al descartar las preocupaciones de que este tipo de encuestas puedan ser fácilmente sesgadas.
 
No son datos poco confiables, si se hacen las cosas bien, apuntó.

La equivocación de las encuestas tiene múltiples explicaciones. Se habla mucho del efecto “shy-Trump”, es decir, de que muchos electores callaron en las encuestas su intención de votar a Trump.

Un efecto similar fue el que hizo fracasar a los sondeos que pronosticaron que los británicos votarían por seguir en la Unión Europea en el referéndum del pasado junio.

También se equivocaron al augurar el apoyo al referéndum de paz en Colombia y en las elecciones de Argentina o Brasil.

El republicano Mike Murphy describe así la situación. “Durante 30 años he creído en el poder de los datos, pero hoy en día están muertos. No podían haberse equivocado más”.

Jefa de campaña Trump: Fuimos más inteligentes

La jefa de la campaña Trump, Kellyanne Conway, dice que Hillary Clinton tenía más dinero y más gente en el terreno, pero “trabajamos más que ellos y, francamente, fuimos más inteligentes y astutos que ellos en algunos casos” .       

Conway dijo que el multimillonario supo “sellar el negocio” .       

“Es la pura verdad, el candidato importa”, dijo. “Nada sustituye a un gran candidato”.       

En CNN, Conway pidió a los detractores de Trump que “depongan las armas verbales”.       

“Denle la oportunidad al presidente electo, como hicimos todos con el presidente (Barack) Obama y con el presidente Bill Clinton”. 

Clinton no pronunció un discurso formal de reconocimiento de su derrota. Pero llamó a Trump en las primeras horas del miércoles para felicitarlo y en una conferencia de prensa se ofreció para trabajar con él.       

La jefa de campaña de Donald Trump, Kellyanne Conway, dijo que el presidente electo tuvo un “intercambio amable” con Hillary Clinton y una “conversación cordial” con el presidente Barack Obama.      

En entrevistas con las cadenas ABC y NBC el miércoles, Conway dijo que la principal colaboradora de Clinton, Huma Abedin, llamó el miércoles y comunicó a Clinton con Trump. Dijo que él le dijo a Clinton que es “muy inteligente, muy fuerte” y había “realizado una campaña tremenda” .       

Trump dijo durante la campaña que designaría un fiscal especial para investigar a Hillary Clinton. Pero Conway dijo al programa Good Morning America de la ABC que “no hemos discutido eso en absoluto”.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, invitó al que será su sucesor, Donald Trump, a una reunión en la Casa Blanca el jueves.       

La Casa Blanca dijo que Obama llamó al republicano desde sus dependencias en la residencia oficial en la madrugada del miércoles para felicitarlo. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dice que en el encuentro del jueves se tratará la transición presidencial.       

Obama telefoneó también a Hillary Clinton. Según la Casa Blanca, Obama expresó su admiración por la “fuerte campaña que realizó por todo el país”.

Votantes de terceros partidos y candidatos independientes

Quien no quería votar a Clinton ni a Trump podía elegir un candidato de pequeños partidos o escribir el nombre de la persona que les gustaría que se sentara en el Despacho Oval. Sobre esto último no hay informaciones todavía, pero Gary Johnson, de los libertarios, consiguió un tres por ciento de los apoyos y la candidata ecologista Jill Stein tendría el uno por ciento. Han sido respaldados sobre todo entre los jóvenes.

Clinton perdió las elecciónes al ceder no solo los estados clave sino otros en lo que debía haber ganado, como Michigan y Wisconsin, que en teoría eran feudos demócratas.

El candidato republicano se impuso a ella igualmente en Pensilvania, estado elegido por la demócrata para dar su gran mitin de cierre de campaña arropada por el presidente Barack Obama, la primera dama, Michelle, y su marido, el expresidente Bill Clinton.

Desde que George Bush  (padre) lo hizo en 1988, ningún candidato presidencial republicano había logrado una victoria en ese estado, parte del cinturón siderúrgico y minero del este de EE.UU. y que Trump supo encandilar con promesas de vuelta al pasado de prosperidad que disfrutó hace décadas.

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