La trabajadora estatal, hospedada en un hotel antes de acudir al día siguiente a una reunión de trabajo, pide una compensación por daños y perjuicios debido a que el incidente ocurrió mientras se encontraba de viaje por motivos laborales.
El letrado alegó en un tribunal de Sidney que la mujer fue herida en “un accidente cotidiano que sucedió en la habitación de un hotel por la noche” y que no necesitaba permiso oficial para tener compañía en su habitación.
El abogado del Estado, Andrew Berger, sostuvo que durante un viaje oficial las personas necesitan comer, dormir y atender sus necesidades derivadas de la higiene personal, pero “no necesitan tener sexo”.