“Nunca he cometido nada criminal en Sudáfrica”, dijo al periódico Ekstra Bladet. Fue entrevistado el lunes en un comercio de armas que posee en la ciudad de Bloemfontein, mientras la policía recogía pruebas.

Acompañado de policías, encadenado y con una multitud que lo abucheaba frente al negocio, el hombre de 63 años habló a un camarógrafo.

El periódico lo identificó, pero The Associated Press no lo ha hecho porque la ley sudafricana establece que no debe ser identificado hasta que presente una declaración de culpabilidad o inocencia.

El individuo fue arrestado el jueves pasado cuando la policía halló los restos genitales en su nevera en su casa de Bloemfontein. Ha sido acusado de agresión sexual, intimidación y violación de las leyes médicas sudafricanas. Permanece detenido hasta que se presente ante la justicia el lunes.

El detenido dijo que se separó de su esposa este año y la acusó de mantener amistad con curanderos.

“Le dije que viniera y se llevara estas cosas”, agregó, y dijo que la nevera era de la mujer. Explicó que él estaba autorizado a fotografiar circuncisiones femeninas durante visitas a las regiones montañosas remotas de la vecina Lesoto.

La policía también halló el video de un teléfono celular de la mutilación de una mujer, dijo la policía Lynda Steyn. La mujer en el video no pudo ser identificada y parecía estar consciente, agregó. La policía también halló imágenes de pornografía infantil.

El dinamarqués fue arrestado en la vecina Lesoto hace pocos meses, dijo la policía el miércoles.

Fue arrestado el 18 de junio por agresión a causa de una denuncia de su esposa, precisó el inspector Clifford Molefe, vocero de la policía de Lesoto. Fue puesto en libertad el mismo día debido a que se sintió enfermo, agregó Molefe. Tiene pendiente una comparecencia en un tribunal de Lesoto.

El individuo posee un local de armas en Lesoto y viaja regularmente entre ese país y Sudáfrica, dijo Molefe. También es dueño de un comercio de venta de armas en la ciudad sudafricana de Bloemfontein, reporta Volksblad, un periódico local en lengua afrikáans.

Se ignora si los genitales pertenecen a 21 mujeres. Tampoco si el acusado cometió las agresiones ni si las víctimas están vivas o muertas.

La policía pidió que formulen denuncias las mujeres que pudieron haber sido víctimas de agresiones por el acusado.