Leer para Creer

La insólita historia de amor entre un mono abandonado y su mamá adoptiva

Autoridades de Cartagena, Colombia, quedaron sorprendidas al ser alertadas sobre una perra sin hogar que deambulaba con un mono en su lomo. 

Se trata de un mono capuchino que fue nombrado Beto, y su madre adoptiva, una perra llamada Luna, quien luego de haber perdido a sus cachorros aceptó como su cría al pequeño.


Pobladores del barrio Olaya Herrera comentaron a medios locales que Beto llegó al sector posiblemente porque fue abandonado luego de haber sido extraído de su hábitat.

Luna había perdido a sus cachorros por motivos que se desconocen, aseguraron autoridades de protección ambiental, pero su instinto la llevó a adoptar y amamantar al pequeño Beto.

Luego de haber sido alertadas, autoridades llegaron al lugar para brindarle seguridad a los animales, pero no pudieron separarlos por lo que optaron a trasladarlos en una misma jaula.

Ambos serán evaluados por veterinarios para constatar que se encuentran bien de salud, pero el problema que ahora enfrentan las autoridades es tener que tomar la decisión de separarlos y enviar a Beto a un lugar similar al de su hábitat.

Video

Varios medios de comunicación cubrieron el caso de Luna y Beto.


*Video de Noticias  Uno Colombia

¿Los animales tienen sentimientos?

Aún hay personas que piensan que los animales domésticos o salvajes no sienten, pero, según la ciencia, estos seres vivos tienen sentimientos y dolor.

Las emociones de un animal van más allá de menear la cola o salir corriendo al asustarse. De hecho, cada vez se descubren nuevos datos sobre su sistema de estímulos y comunicación, que tiene más en común con los humanos de lo que parece.

Aquí le explicamos por qué los animales también sienten.

Hay estímulos cerebrales

El cerebro —centro motor y sensitivo de todos los miembros del reino animal—, conjuntamente con los nervios y los receptores de estímulos —de dolor, temperatura o presión—     transmiten e  interpretan los estímulos  internos y externos, refiere  la veterinaria Vanessa Granados, docente de Biología y Fisiología Animal y Bioética en la Universidad del Valle.

Es debido a la capacidad de responder a estímulos, a los receptores, a las neuronas y a sus neurotransmisores que los animales tienen la capacidad de sentir dolor y de sufrir. “Todos los animales tenemos estructuras fisiológicas y anatómicas similares”, agrega la docente.

Los animales invertebrados también responden a estímulos. Un reciente estudio europeo concluyó que las abejas presentan algunos patrones de actividad genética en las vías relacionadas con las emociones en humanos. Lea más de este tema.

ESCRITO POR:

Miguel Barrientos

Periodista de Prensa Libre especializado en periodismo digital y multimedia con 15 años de experiencia.

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