En la orilla de la carretera por los cerca de 20 kilómetros se ven rocas de gran tamaño que han permanecido días en el lugar sin que sean removidas. Por si eso fuera poco, en ese trayecto se observan grandes muros que no están trabajados y que representan riesgo para los automovilistas.
Se desconoce si el Ministerio de Comunicaciones cuenta con un plan para evitar que esos derrumbes dañen la carretera recién estrenada ya que ni el ministro Alejandro Sinibaldi ni el viceministro de Infraestructura Miguel Cabrera respondieron las llamadas telefónicas, ni respondieron a los requerimientos que se hicieron a través de su oficina de Comunicación.
Las autoridades buscan convertir la carretera al Atlántico en una autopista de cuatro carriles que llegue hasta Puerto Santo Tomas de Castilla, Puerto Barrios, Izabal, no obstante se requieren de préstamos por US$440 millones para el proyecto.
Las autoridades esperan por lo menos iniciar esas obras durante esta administración.