Alto al acoso escolar
Su duración puede ser de semanas, meses e incluso años, y puede derivar en consecuencias devastadoras como el suicidio. Este problema no distingue condición social ni sexo.
El bullying destruye la autoestima de nuestros niños y jóvenes, puede hacerlos llegar a la depresión y ansiedad, a tal punto de que les creará serias dificultades en su desarrollo integral.
Es necesario que los miembros de la comunidad educativa: autoridades de educación, directores, profesores y padres tomen cartas en el asunto, porque todos tenemos la responsabilidad de prevenir, combatir y erradicar este nuevo flagelo, que incluso ha causado la muerte de pequeños inocentes.
La Procuraduría de los Derechos Humanos, conjuntamente con el Ministerio de Educación, debe implementar con urgencia un número telefónico de denuncias, para que cualquier niño o sus padres puedan reportar estos abusos, y de inmediato investigar en la institución educativa para crear un estado de alarma y sancionarla si no se detiene el problema.
Los directores de colegios y escuelas deben diseñar campañas internas para concientizar a los niños que no deben realizarse prácticas de acoso escolar. Y además, lanzar desde el inicio del período escolar una seria advertencia para que cualquier estudiante que dirija ataques de este tipo a algún compañerito sea drásticamente disciplinado.
Los profesores deben aprender a identificar los rasgos que caracterizan, tanto a los agresores, como a las víctimas, para poder manejar estas crisis de la manera más adecuada.
Es muy importante que los padres de familia permanezcan atentos y observen el comportamiento de sus hijos en casa, para detectar a tiempo cualquier situación de acoso dentro del colegio.
Debemos comprender que para combatir el bullying, toda la comunidad debe involucrarse responsablemente, porque no cabe duda de que esta situación no es más que un reflejo de la violenta sociedad en la que vivimos; además, debemos reconocer que los niños acosadores e intimidadores en la etapa escolar son potencialmente los agresores de mañana, si no se les aplica disciplina y corrección a tiempo.
El bullying causa una baja autoestima en la víctima, que le conducirá a sufrir serios trastornos emocionales, que pueden causar depresión, ansiedad y al final pueden conducir a pensamientos suicidas, estas heridas las llevará la persona de por vida.
Imagen_es_percepción@yahoo.com