REGISTRO AKÁSICO
Año del mono rojo de fuego
Estamos en el 4,713 para los chinos. El transcurso de cada año mueve dos ruedas, la de los animales y la de los elementos. De esa cuenta, resulta que estamos en el año del mono y del fuego. Los monos son fantásticos. Recuerde que la abuela Ixmucané no paraba de reírse cuando observó a Hun Batz y Hun Choen, lo que motivó que huyeran a la montaña para vivir trepados en los árboles. Cuando los monos mandan, todos se ríen, pero estos tienen sentido práctico. Así suelen anunciar asuntos graves que terminan en chanzas. Aceptan una donación de medicamentos prontos a vencer o recién vencidos. No lo hacen de manera callada, sino lo propagan a diestra y siniestra. Luego, al recibir las críticas, se convierte en una inocentada y se perdona la simpleza de confiar en los expendedores de medicamentos.
El gran mandamás de los monos, el rey Mono o Sun Wukon, fue admirado por el presidente Mao. Se ganó el liderazgo de sus congéneres cuando los llevó a vivir seguros en una cueva. Consciente de sus limitaciones, tomó por maestro a Bodhi. Aprendió las 72 transformaciones y podía volar por las nubes. Se convirtió en jefe de otros animales, incluso marinos. Los poderosos, por envidia, clamaron al cielo para ponerle límite. Así, fue invitado al paraíso celestial para calmarlo; pero en contra, bebió del elixir de la vida eterna e inició una revolución.
Los monos no se llevan con las cabras, pero curiosamente se les señala compatibilidad con las ratas. Muchos de los abastecedores del gobierno son ratas. Estos buscarán quedar bien con los monos que han alcanzado poder. De esa cuenta, habrá de confiarse en la astucia de los monos para que desprecien las dádivas envenenadas.
El mono de este año es rojo. Seguramente el rojo regresará al patrimonio izquierdista. El doctor Baldizón utilizó ese color para conseguir apoyo del pueblo. Lo que no tuvo en consideración fue que siendo el año de la cabra, no había posibilidad de éxito. Aunque es cierto que se llevó al corral al cabro y la cabra, estos hicieron de las suyas hasta el último momento. Afortunadamente, la mano izquierda empuñada y el lema robados, también retornan a ese patrimonio. Así que el mono rojo sonríe por la buena fortuna que alcanza a la izquierda. No obstante, queda una cabra loca que a fuerza de arrancones, enrarece el ambiente.
Otra característica para este año es el predominio del fuego. Recuérdese que en el bosque Zika de Uganda, por primera vez se detectó en un monito, al virus que asusta a la humanidad. Así que el mono rojo de fuego también significa desafíos por la enfermedad y otros peligros.
Como se indicó, en el cielo hay desequilibrios, la estrella Tianwei muestra expansión. De donde la codicia y el egoísmo tienden a manifestarse. Mal tiempo para la postulación y reformas constitucionales. Los vivales que estuvieron rampantes durante el año de la cabra confían en continuar el mangoneo de la cosa pública. Magistrados perpetuos, jueces de por vida y otras reivindicaciones necias se harán aparecer como grandes logros.
Así, el nuevo año chino aparece como un tiempo lúdico, lo que no es bueno para la economía. El asunto es que el mono no sabe la dirección a tomar ni mantiene decisiones. Aunque existe estabilidad macroeconómica en el país, se parece ignorar la rápida transformación del entorno mundial. Se anuncian cambios en la política monetaria, la reorganización del Estado, redefinición de la agricultura y apertura al exterior. Un año de acrobacias intelectuales y de traslados de rama en rama, se observará por falta de posición por las autoridades en esos campos.