Fin de un año malo para todos

EDITORIAL OPINIÓN

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Esta vez, la frase “todo el mundo” debe ser tomada literalmente. El año 2008 pasará a la historia como el que fue escenario de la peor crisis, no solo de este siglo, sino de las siete décadas anteriores, como consecuencia de lo que puede ser considerado la concatenación de una serie de factores, algunos impredecibles, y otros, producto de la ausencia de los lógicos y necesarios controles que deben ser dictados tanto por las leyes como por la lógica en las actividades económicas.

La crisis desatada en Estados Unidos arrastró prácticamente a todo el mundo, cuyos habitantes vieron y siguen viendo con estupor el derrumbe de entidades de crédito, bancos, bancos de inversión, y la aplicación de medidas de salvataje por miles de millones de dólares, algo sin precedente alguno, que de todos modos, en varios casos, no fueron suficientes. Hasta hace unos pocos meses hubiera sido impensable que los gigantes de la industria automovilística estadounidense estuvieran al borde de la quiebra, por ejemplo.

El fenomenal gasto en la guerra de Iraq fue otro factor contribuyente a la crisis, así como precios del petróleo que llegaron a alcanzar casi US$150 por barril hace pocas semanas, para luego caer a US$36, en un fenómeno igualmente sin precedentes e imposible de ser previsto aun en los más aventurados análisis de expertos de todos los países.

Conforme fueron saliendo a luz detalles desconocidos para el gran público, surgieron situaciones inaceptables, como los miles de millones de dólares pagados a los grandes ejecutivos, responsables directos o indirectos de una crisis que dejó a millones de personas en la calle, al no poder pagar las hipotecas de sus casas. Éstas habían sido otorgadas porque muchas veces los créditos fueron otorgados sin estudios suficientes, y luego vendidos y revendidos a compañías internacionales que tampoco previeron los riesgos que, a la luz de lo acontecido, eran muy fáciles sino de prever, al menos sí de considerar.

El año 2008 será recordado como el que marcó el inicio de un nuevo orden mundial en cuanto a la relación que debe existir entre el Estado y el mercado, entre el derecho individual y el colectivo; entre la libertad y la responsabilidad. Los viejos paradigmas, tanto como las teorías económicas, políticas y sociales del pasado, pasarán al museo de la historia. Aun parece ser muy temprano para predecir qué ocurrirá y hacia dónde se irá la tendencia, pero es un hecho que serán alterados los balances antes indicados.

Igualmente, el 2008 entrará a la historia como el que inició los efectos negativos en una serie de actividades que buscan llenar las necesidades que pueden ser llamadas secundarias, como el entretenimiento en cualquiera de sus formas, el gasto en indumentaria y la adquisición de bienes y servicios no indispensables para la supervivencia. Ese es el gran temor que está presente en el subconsciente mental colectivo de todo el mundo. Parece haber consenso en que se ha iniciado una etapa de vacas flacas, pero nadie sabe con certeza cuánto durará y a cuántos realmente afectará.

Frases del día

“Esta disposición (cobro por parqueo en las calles) afectará el flujo turístico y se unirá a los problemas de inseguridad y la crisis económica que estamos viviendo. Esto afectará las fuentes de ingreso de muchos antigüeños”.

LEONEL AZURDIA,Del Comité de Autogestión Turística
por disposición municipal.

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