Cerrar etapas
“Tiene conciencia de la muerte como parte de la vida”, susurró el Clarinero. Si más guatemaltecos recapacitáramos y asumiéramos una actitud semejante a la de Mario, seguramente habría menos violencia en nuestros hogares y en las calles. En todas las corrientes espirituales la muerte no es el final. Reconocen que existe algo más grande que nosotros mismos que le da un sentido sagrado a nuestra vida. Es por eso tan importante que cerremos aquellos capítulos de nuestra vida que nos hacen daño porque son como heridas abiertas que no han sanado y nos impiden avanzar. Aprender a sacarnos las espinas del rencor, de la envidia, la vergüenza que laceran nuestro corazón, nos libera y mejora nuestro entorno familiar y de trabajo.
En el programa de los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos, el paso No. 8 propone enmendar, con humildad, el mal que pudimos ocasionarle a alguien más. Es una oportunidad de cerrar un ciclo negativo para iniciar una nueva vida desde lo mejor de nosotros mismos.
Desde hace tiempo me impresionó la historia que Joseph Jaworski narra en su libro: Sincronicidad. El camino interior hacia el liderazgo. En él comenta la fría y distante relación que tuvo con su padre, el coronel León Jaworski, el fiscal especial que investigó el escándalo de Watergate. Joseph resintió desde su niñez que su padre nunca le dijo que lo quería. Cuando ya adulto se lo reclamó, su anciano padre respondió: “Pero si tú sabes que te quiero”. “¡No!, no lo sé”, exclamó Joseph. Sin embargo, obedeció el impulso de su corazón y le dio un fuerte abrazo.
El coronel permaneció en silencio y rígido como una tabla. Joseph comprendió que su padre había sido educado en la vieja escuela de “los hombres no lloran y que no deben expresar lo que sienten”.
El reclamo y el abrazo de Joseph disolvieron el rencor que él había sentido por tanto tiempo y facilitó al coronel un camino para no inhibir su amor por su hijo. Al poco tiempo de ese “encuentro” el coronel murió súbitamente de un paro cardíaco. Joe comenta que su vida jamás habría sido la misma si no se hubiera reconciliado con su padre.
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