CON OTRA MIRADA

¿A quién importa? A nadie

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Nadie, en español, significa ninguna persona o persona insignificante, por lo que a nadie expresa no tener importancia para ninguno.

' En juego de palabras llamaron Anadie a la Alianza para el Desarrollo de Infraestructura Económica.

José María Magaña Juárez

Diez años atrás, funcionarios de gobierno, en su afán por hacer fracasar al Estado, crearon nuevas instituciones, multiplicando las funciones públicas, con el fin de garantizar fuentes de trabajo para correligionarios, familiares y amigos. Entre estas, en caló chapín y un tonto juego de palabras, llamaron Anadie a la Alianza para el Desarrollo de Infraestructura Económica, destinada a celebrar y ejecutar contratos de infraestructura física nacional entre los sectores público y privado, al amparo del Programa Nacional de Competitividad (Pronacom), que promueve las alianzas público privadas.

Hasta ahora, Anadie ha gastado millones de dólares americanos en estudios de prefactibilidad y factibilidad para proyectos rebatibles que no responden a necesidades sentidas, sino a propuestas inspiradas, en el mejor de los casos, en propiciar negocios con integrantes del Consejo Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica (Conadie), entre los que están ministerios de Estado —excepto Cultura y Deportes—, Cacif y Cámara de la Construcción. La ausencia de Cultura y Deportes obedece a que algunos proyectos de desarrollo turístico, por ejemplo, pueden resultar afectados por la presencia de patrimonio cultural y, por lo tanto, entrar en conflicto con la Ley para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación.

El caso más notorio fue el Centro Administrativo del Estado (para albergar a 12 mil empleados públicos y estacionamiento para 4,500 autos), propuesto construir por Anadie en los patios de Fegua, desestimando su valor como Patrimonio Industrial, dentro del conjunto del Centro Cívico de la ciudad de Guatemala, que se complementa con el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias y la Ciudad Olímpica.

Cuando en junio de 2015 fue anunciado semejante despropósito surgió el conglomerado Ciudadanos Decididos a Defender el Patrimonio Cultural de la Nación. Entre sus primeras acciones estuvo ofrecer apoyo al Ministerio de Cultura y Deportes, dada su frágil postura fuera del Conadie. De intensas reuniones de trabajo obtuvo el apoyo de instituciones del Centro Cívico, Facultad de Arquitectura de la Usac, Colegio de Arquitectos, Encuentro por Guatemala e Instituto de Antropología e Historia, el cual, desde el punto de vista técnico, profesional y científico, es el rector de la Conservación del Patrimonio Cultural de la Nación, quedando la decisión política en el despacho superior de Cultura y Deportes.

Las alianzas público privadas son una alternativa positiva para el desarrollo de proyectos de muy variada naturaleza, en todas partes del mundo, menos en Guatemala. Tal señalamiento deriva de quiénes proponen y cómo lo hacen desde el Consejo de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica descrito. Su sola integración expone la perversidad con que las APP fueron concebidas, establecida la ley y sus diferentes instancias.

El manejo de esas alianzas podría estar inscrito en el quehacer de los ministerios de Desarrollo, Economía o Secretaría de Planificación de la Presidencia. Esa sola posibilidad expone la triplicidad de la función… fenómeno que, como es públicamente conocido, afecta a todo el Estado, haciéndolo inoperante y, desde luego, proclive a favorecer la corrupción.

En aras de la austeridad, el nuevo gobierno está dando señas de querer cambiar las cosas, pero bien sabemos que no bastan las buenas intenciones, pues de esas está empedrado el camino al infierno. Urge una reingeniería del Estado y llevarlo a su mínima expresión, sin que pierda poder, fortaleza y, desde luego, la rica y gran capacidad de funcionarios calificados por una actualizada Ley de Servicio Civil.

ESCRITO POR:

José María Magaña

Arquitecto -USAC- / Conservador de Arquitectura -ICCROM-. Residente restauración Catedral Metropolitana y segundo Conservador de La Antigua Guatemala. Cofundador de la figura legal del Centro Histórico de Guatemala.