SI ME PERMITE

Aprendamos a planificar para poder producir

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“La productividad se refiere tanto a la acción como al resultado de un proceso que se centra en evaluar las prioridades”. Melissa Steginus

Cuando se está pensando en el concepto de planificar, se toma en cuenta que es un ejercicio que se desarrolla en vida y nos ayuda a visualizar lo que se quiere lograr para poder, en primer lugar, saber cómo llegar a ello, y en segundo lugar, qué cosas habrá que tomar en cuenta para quitar todo lo que pueda ser un obstáculo para que no se frustre el proyecto en el camino.

' La planificación debe ser realista con la capacidad como también con los recursos de la persona.

Samuel Berberián

Si entendemos que la planificación es un proceso, debemos saber exactamente qué cosa es lo prioritario para ubicarnos y luego ir estudiando las diversas alternativas que nos llevan a la meta y cuáles son las más adecuadas, básicamente por nuestra particular capacidad y las alternativas que nosotros podemos tomar para que paso a paso podamos avanzar, sabiendo que estamos siendo productivos.

Cada uno de nosotros, cuando está en un proyecto, podemos oír consejos y sugerencias, pero antes de ponerlas en práctica debemos saber cómo interpretarlas porque no a todo una misma alternativa puede ayudar de la misma forma. Las sugerencias o las ideas que se nos comparten por sí solas no son buenas o malas, el efecto está en a quién se las dan y cómo se podrán asimilar para tenerlas presentes.

Así como en el camino uno avanza en la medida de la claridad en lo que puede ver, igual es en el caso de lo que planifica. Claro está, todo inicia por una idea o bien por una necesidad manifiesta, pero una vez que eso está claro se empieza a ver cómo y de qué manera podemos llegar al producto final.

Muchas veces, sin lugar a duda, nos apresuramos en compartir nuestras metas y los que nos están escuchando con la simple expresión del rostro nos paran porque les parece que estamos soñando despiertos, por ello hay que saber cuándo y a quién se está compartiendo, para que lo que estamos planificando no se llegue a abortar simplemente por lo que otros están pensando, y no por el plan que estamos trazando.

Esto es muy cierto en muchos que lograron inventar cosas que hoy tenemos. Pasaron mucho tiempo en silencio, llevando con cuidado su plan, y si lo compartieron fue con quienes podían ayudarles a mejorar o bien en lograr su proyecto.

Desde niños, aun en nuestros juegos, ya sea porque lo hiciéramos solos o bien que alguien nos acompañase, debíamos saber programar, iniciando con el dónde y cuándo se llevaría a cabo el juego, para que al iniciarlo no nos mandaran a corregirlo porque no se comprendía lo que se debía hacer y por cuánto tiempo debía hacerse.

Por vivir en una sociedad entendemos que indudablemente algunos son mucho más hábiles que otros en planificar y desarrollan un puesto de liderazgo por saber integrar a otros en el plan que tienen, y además, ningún contratiempo los lleva a renunciar lo iniciado, sino con una gran habilidad encuentran alternativas hasta alcanzar la meta.

Por ello es fundamental en nuestros días guiar a los niños e instruirlos, para que ya sea estudio o juego lo sepan planificar, para que puedan disfrutar todo el proceso y que les deje recuerdos gratificantes para el resto de la vida; de lo contrario, será una memoria de muchos traumas, aunque se logre lo que se logre será poco gratificante. Seamos de los que saben soñar, planificar, producir y avanzar en todo lo que emprendemos, con la mínima fatiga, pero con máxima gratificación.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.