CON OTRA MIRADA
Arte, Urbanismo y Arquitectura
En 1928 empezaron a celebrarse los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM), con el fin de intercambiar experiencias partiendo de la idea del trabajo en equipo que permitiera resolver los problemas de la modernidad y alcanzar unidad de expresión.
' En 2022, dicho sea de paso, se cumplirán cien años del nacimiento de Dagoberto Vásquez.
José María Magaña Juárez
La realización del IV Congreso de 1933, previsto en Moscú con el tema La ciudad funcional, falló por dificultades logísticas, celebrándose a bordo del buque Patris II, durante la travesía Marsella-Atenas-Marsella. De este emanó el manifiesto conocido como Carta de Atenas de 1933, que definió cuatro actividades: habitar, circular, trabajar y recrear, que no se pudo aplicar por el inicio de la II Guerra Mundial. Fue publicado en 1942 por los arquitectos J. L. Sert y Le Corbusier. El Manifiesto influyó en el desarrollo de ciudades europeas tras la Guerra. Esas ideas se extendieron a EE. UU. e incidieron en la concepción y diseño de Brasilia, lo que evidencia los cambios en la formación de los arquitectos a partir de entonces. El VIII congreso se celebró en Hoddesdon, Inglaterra (1951), con el tema El centro urbano, en el que se mencionó la idea de integrar la pintura y la escultura a la arquitectura, creándose el concepto Corazón de Ciudad.
Con la Revolución de Octubre de 1944, Guatemala entró a la modernidad, luego de castrantes dictaduras del intelecto. Los vientos libertarios de la década de la primavera democrática (1944-54) permitieron la formación de profesionales en las artes, el urbanismo y la arquitectura. Entre 1944-58 hubo acciones urbanas determinantes para la creación del Centro Cívico como una importante expansión de la capital.
Entre estas, la demolición de la colina de El Calvario, frente a la 18 calle, en donde terminaba la traza urbana fundacional y con esa, la Calle Real (actual 6ª avenida), abriéndose la perspectiva hacia la zona 4. La construcción de la Ciudad Olímpica permitió la urbanización de la Barranquilla, interconectando la zona 1 con la 4 y 5, en donde se abrió la 10ª avenida, del puente del ferrocarril al monumento a la Introducción del Ferrocarril, al inicio de la actual avenida de La Reforma, y se construyó el puente Olímpico, como prolongación de la 24 calle, de la 7ª avenida a la Calle del Estadio.
La primera Facultad de Arquitectura en Centroamérica (Usac 1958), nació bajo el influjo de aquellos movimientos. El carácter de la arquitectura creada a partir de entonces fue, pues, consecuencia de la formación recibida por sus catedráticos en las universidades de México, EE. UU. y Europa; tal como el Racionalismo de Mies Van der Rohe, el Funcionalismo y Cubismo de Walter Gropius, la Arquitectura Orgánica de Frank Lloyd Wright y los criterios de espacio, volumen y luz de Le Corbusier. La integración de las artes plásticas de Mario Pani y Enrique del Moral. Las estructuras de Eduardo Torroja y Félix Candela, con sus paraguas de concreto liviano y cascarones generados a partir de paraboloides hiperbólicos, en los que se especializaron los ingenieros guatemaltecos Roberto Zepeda, Pablo Gutiérrez y los hermanos Pier, Mauricio y Roland Castillo Contoux.
El concepto Corazón de Ciudad y la integración de las artes plásticas fue aplicado con rigor al proyecto del Centro Cívico, haciendo partícipes a los más connotados artistas: Carlos Mérida, Guillermo Grajeda Mena, Roberto González Goyri, Efraín Recinos y Dagoberto Vásquez, quienes diseminaron por toda la ciudad el más rico legado artístico a escala urbana existente.
En 2022, dicho sea de paso, se cumplirán cien años del nacimiento de Dagoberto Vásquez, por lo que habremos de preparar una gran celebración.