REGISTRO AKÁSICO

Bhowani Junction, un drama instructivo

|

Intitulada en castellano, Cruce de destinos 1956, fue estelarizada por Ava Gardner y Stewart Granger. Rodada en Lahore, Pakistán, refiere a Victoria Jones, una especialista del ejército hindú de padre inglés y madre india, en busca de su identidad. El argumento gira en evitar el sabotaje al empalme ferroviario donde transitará Mahatma Gandhi. Después de sufrir una agresión, la protagonista presenta dos cambios.

Primero, Victoria es aleccionada por una madre hindú sobre la conveniencia de una ética apartada de la cultura occidental judeocristiana. Se esfuerza por convertirse al sijismo. Al contrario del hinduismo tradicional, donde las mujeres son reducidas a elementos de placer y limitadas a servir a los hombres; o, en el Islam, donde existe un mundo separado para las mujeres, limitado a su hogar, en el sijismo se prohíbe cualquier discriminación y se proclama la igualdad. La pareja de las escrituras religiosas, Naths y Sants, prescriben lo deseable para todo el género humano. De hecho, en el texto El Gurbani, todas las enseñanzas se refieren a la ética practicada por mujeres, pues representan la esencia de la libertad humana. Empero, Jones no puede convertirse a esa comunidad religiosa.

' En la profundidad de la fe y en lo cotidiano, vale la pena luchar por un destino compartido.

Antonio Mosquera Aguilar

Segundo, para transitar libremente en Lahore, debe vestirse con el Sari. De allí, Jones usa no solo el uniforme, sino bellos vestidos hindúes. Lo significativo es utilizar el sari, lienzo de seda ligera o algodón, cruzado en su uniforme. Hecho permitido en el ejército británico de ese tiempo. Se trata de una reivindicación nacional frente a sus compañeros de la milicia.

La obra es pertinente para ilustrar sobre la formación de una comunidad nacional. Dejar atrás el embate colonial y la violencia. No solo en el plano filosófico, sino en lo cotidiano. En nuestro país, los partidarios de la convivencia reivindican la espiritualidad maya para sustento de todo credo o vivencia filosófica. En toda religión, especialmente la católica, cabe esta consideración. Difícil camino, por la intolerancia en ciertos cultos fundamentalistas. Pero se acepta como imposible volver atrás, la nueva espiritualidad no es una religión antigua.

El otro aspecto más ligero es el vestido. En Guatemala, las mujeres son las que más han reivindicado este asunto. Aparte de las comunidades rurales, donde se mantiene el vestido tradicional, en ciertas ciudades también se utiliza. Lo importante, de la misma manera que en la película comentada, consiste en la ostentación de huipiles por la población femenina.

Walda Barrios Klee, la conocida feminista recién fallecida, se vestía siempre con huipil. Graciosamente, algunos le referían a Ava Gardner, al señalar que era una protesta cotidiana. Pero, con una sonrisa, manifestaba que la valoración de las prendas locales se produce como anticipo a constituirse en una comunidad de destino.

Otros, con mala intención, señalaban que ofendía a quienes utilizaban tradicionalmente el huipil. Allí, si respondía con lo acontecido cuando era candidata a la vicepresidencia. En la gira electoral, en los pueblos, le imponían el huipil del lugar. Y le decían: eres una de las nuestras, sigue luchando por nosotros, por nuestros hijos y por nuestro futuro. En consecuencia, al usar sus huipiles ricamente bordados decía que manifestaba seguir la voluntad de resistencia y lucha de sus compatriotas.
Afortunadamente, en nuestro país hay muchas como ella. Si se vistiera con huipil, al menos una vez al mes, se manifestaría el ardor patrio de constituir una nación multicultural con adhesión a sus valores y respeto hacia todos.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.