Meta humanos
Cómo transformar nuestra realidad
¿Cómo nos estamos comprometiendo nosotros a ser parte de ese cambio el día de hoy?
Después de vivir más de una década en Asia, vi cómo la responsabilidad colectiva y el compromiso pueden transformar una nación.
Lo que más me entusiasma de estar de vuelta es el enorme potencial de nuestra gente. He visto en otros lugares cómo las nuevas generaciones lideran transformaciones, y sé que en Guatemala está ocurriendo lo mismo.
Por supuesto, también tenemos nuestras frustraciones: el tráfico, la impuntualidad, la inseguridad, la corrupción… Son problemas que enfrentamos a diario. Pero ¿y si en lugar de centrarnos en la queja, canalizamos esa energía en buscar soluciones? Si queremos ver un cambio en la sociedad, empecemos por nosotros mismos. Dejemos atrás “la hora chapina” y practiquemos la puntualidad.
Afortunadamente, hay iniciativas ciudadanas que ya lo hacen. La Calle 21, por ejemplo, ofrece educación vial gratuita a través de WhatsApp (+502 3431-0329). También podemos sumarnos a @haciendoeco_gt, una comunidad comprometida con una Guatemala más limpia y sana.
Pero hay muchas más. En la Ciudad de Guatemala, proyectos como Síudad están recuperando espacios públicos. OutliersGT.com reúne a guatemaltecos que han vivido en el extranjero por más de tres años y buscan aportar soluciones innovadoras.
La clave está en cambiar nuestra mentalidad: en vez de quejarnos de la basura en las calles, organicemos jornadas de limpieza; en lugar de criticar la falta de oportunidades, apoyemos a emprendedores locales; si nos preocupa la educación, dediquemos tiempo a enseñar algo valioso a alguien más. Seamos parte del cambio que queremos ver, involucrándonos este año, 2025, en alguna comunidad, organización o movimiento.
Es cierto que los problemas no se resuelven de la noche a la mañana, pero si cada uno de nosotros se compromete a hacer un pequeño cambio en su vida cotidiana, juntos podemos transformar el país.
Si bien los problemas pueden parecer enormes, existen modelos en otras partes del mundo que nos demuestran que una sociedad puede cambiar cuando sus ciudadanos deciden actuar diferente.
Cuando viví en Taiwán, la cultura de responsabilidad colectiva me impactó. En los edificios, los vecinos se organizan para reciclar, asegurándose de que todos participen en el proceso. Si alguien encuentra una billetera en la calle, muchas veces intentan localizar al dueño directamente. La confianza entre ciudadanos es la norma, no la excepción. Y en el tráfico, había reglas sociales claras: jamás compartirías una cerveza con alguien que va a manejar después.
¿Qué pasaría si cada vez que nos quejamos de algo en Guatemala, nos preguntamos: “¿Cómo puedo contribuir YO a que esto mejore?”.
Es cierto que los problemas no se resuelven de la noche a la mañana, pero si cada uno de nosotros se compromete a hacer un pequeño cambio en su vida cotidiana, juntos podemos transformar el país.
Podríamos decir que Taiwán y Guatemala son realidades muy distintas. Pero lo cierto es que, hace algunas décadas, Taiwán también enfrentaba problemas de contaminación, corrupción y desorden urbano. No fue magia lo que los transformó, sino el compromiso de su gente.