REGISTRO AKÁSICO
Continúan los tiempos recios
La jornada fallida en Venezuela del presidente electo, Alejandro Eduardo Giammattei Falla, está finiquitada. En la embestida contra el régimen de Maduro, no debe abandonarse la posición de actor secundario. El entredicho, desborda incluso, el ansia de algunos empresarios norteamericanos por apropiarse de las riquezas del país sudamericano. Por el momento, no hay acciones bélicas, tanto por EUA como por algún vecino. La posición brasileña, una potencia intermedia, está teñida de cautela, a pesar de la retórica de su presidente, Bolsonaro.
' Fortalecer la prudencia ante el escenario internacional y la defensa tenaz de la soberanía.
Antonio Mosquera Aguilar
No hay razón para participar en primera línea, pues se debe tener conciencia de la estatura geoestratégica del país. Además, el principio del respeto a los procesos internos de otras naciones impone un límite ante cualquier contrariedad por abusos internos de gobiernos extranjeros. A los actuales diplomáticos venezolanos les gusta la estridencia. No obstante, contestar en los mismos términos es un error. La posición del futuro canciller, Pedro Brolo Vila, de apoyar la declaración del presidente electo, pero evitar polémicas, demuestra que su designación es un acierto.
Con lo hecho basta. No hay que mezclarse en ese asunto. Las grandes potencias se enfrentan allí. China se sostiene con una ejemplar conducta internacional. Jamás saca al ejército de sus fronteras, pero incrementa su fortaleza. Esa potencia no invade países. En el Mar de China, literalmente construyó islas para tener mayor operatividad. Su fortaleza financiera sirvió para apoyar a Venezuela en el pasado reciente. Antes que cobrar, busca el respeto al derecho internacional.
Mientras tanto, el jaloneo está establecido entre Rusia y EUA. La cuestión de Crimea y el Este de Ucrania, afecta negativamente al discurso ruso. Además, la venta de armas a Venezuela, lo involucra con personal militar. Así facilita las acusaciones de EUA, en el marco de la seguridad regional. Como latinoamericanos, la negociación política y renunciar al uso de la fuerza son principios compartidos. No obstante, algunos países desean estrechar alianzas con EUA y no les importaría una aventura militar.
EUA está ensayando la intervención a distancia; esto es, sin comprometer personal y asegurando bloqueos efectivos. El ahorro le servirá para fortalecer el desarrollo de las armas inteligentes donde tiene algún retraso frente a Rusia. Viene a cuento, el enfoque de Andrei Martyanov sobre la pérdida de la supremacía militar de EUA. Este autor demuestra con abundante información, la decadencia de esa superpotencia. Las dimensiones para medirla son: 1 retraso en informática de coordinación y control, 2 capacidades disminuidas de guerra electrónica, 3 faltan sistemas novedosos operativos de armas, 4 incapacidad para neutralizar la defensa antiaérea contra su aviación, y 5 cobertura del territorio continental de EUA por parte de sus adversarios con misiles subsónicos, supersónicos e hipersónicos, sin posibilidad de intercepción.
La exasperación de la dirigencia política la motiva para el uso de la fuerza, como el defenestrado John Bolton u otros. Desean realizar una demostración de poderío militar, así como suprimir a quienes manifiesten oposición a sus intereses. Debería bastar este conocimiento, para evitar mezclarse en cualquier entredicho contra los intereses de EUA. Por la situación geográfica, la salud comercial y económica, una actitud digna es la mejor opción. Concentrarse en el ordenamiento de la migración en el marco de la legalidad y tratados internacionales; así como fortalecer nuestra economía, es lo conveniente. Vale mesura, en este momento.