SIN FRONTERAS
Covid: un próximo causante de emigración
Con el resurgimiento de una nueva crisis migratoria centroamericana, crece la búsqueda de soluciones a este recurrente problema. Los debates suelen transitar por ciertas avenidas temáticas. En EE.UU., es una polarización en torno a un enfoque de seguridad (más muros, más policías, y soldados), o a la atención del problema desde su causa (aparatos burocráticos de ayuda e intervención internacional). Ya aquí, en los países expulsores, este último enfoque incorpora más aristas, ya que las causas son difíciles de homogeneizar. Se ha instalado la idea de que en los países vecinos responde más a la inseguridad urbana; y que en Guatemala, en cambio, es más por la pobreza de su población mayormente rural. Como paréntesis menciono que este debate es injustamente desbalanceado, pues casi siempre se habla sobre las causas que expulsan (los problemas centroamericanos), y casi nunca sobre las que atraen (los problemas estadounidenses). Algo así como lo que pasa con el tráfico de drogas por Latinoamérica, que atiende la demanda de un público adicto y enfermo en el norte. Lo cierto es que cuando se buscan soluciones a la migración, hace falta hablar sobre medidas que son reactivas, y las que podrían ser preventivas.
' Kamala vendrá a un país devastado económicamente por el mal manejo de la pandemia.
Pedro Pablo Solares
Se sabe que el modelo económico ha excluido históricamente a un grueso de la población, que encontró en el éxodo una válvula de sobrevivencia. Pero ciertos momentos puntuales en los últimos 40 años, han contribuido a instalar ese escape en ciertos idearios regionales. Cada uno en su forma, todos estos momentos drestruyeron la esperanza del guatemalteco a quedarse en su país. Por eso, ahora solo queda preguntarse ¿Se habría podido hacer más en los años 80 en las comunidades lastimadas por el conflicto armado? ¿Hubiera podido atenderse mejor a quienes fueron arrasados por los huracanes Mitch y Stan, en los años 90? ¡Qué difícil es reaccionar 20 ó 30 años tarde, cuando la gente ya hizo vida allá! ¿Se hubiera podido prever los efectos del cambio de las lluvias que ahora afecta las siembras? Quizás son preguntas para el pasado. Pero, en el presente y futuro ¿Será también la pandemia del Covid un hecho que destruirá la esperanza de vida en Guatemala para sectores populosos? Y ¿será que esos afectados se verán obligados a emigrar, ampliando los segmentos donde la emigración está instalada en el ideario colectivo?
En Guatemala, el éxodo hacia EE.UU. ha sido mayormente rural. En las ciudades la tasa es menor. En la capital se concentra la riqueza, por tanto hay más trabajo. Pero ¿qué sucederá a raíz de la crisis de la pandemia, donde tantos segmentos de la economía están golpeados? Digamos, los trabajadores que tuvieron un trabajo normal, hasta que llegó marzo de 2016. Quienes trabajan en la industria de los restaurantes, y que se ven perjudicados de manera incalculable por drásticas medidas que parecen irracionales. Quienes subsisten alrededor de la educación presencial. Los de la industria del turismo, los hoteles y la artesanía. Los trabajadores informales y los vendedores ambulantes que han cedido el semáforo a quienes piden limosna. Cuánta gente cuyo fantasma se ve reflejado en la proliferación de rótulos que anuncian la vacancia de locales comerciales.
Kamala Harris viene a Guatemala a discutir soluciones. No sé qué tan fructífero será concentrarse en regiones donde la emigración ya está instalada. Lo que sí, es que vendrá a un país devastado económicamente por el mal manejo de la pandemia. Que enfrentará al Gobierno con los peores resultados. A un aparato de corrupción que no fue creado para atender necesidades ciudadanas. Y a uno que, con desparpajo, desatiende el problema. ¡Qué difícil será reaccionar a esto dentro de 20 años cuando la gente ya se haya ido! Ojalá venga a dar un buen jalón de orejas al aparato de corrupción. Quienes tenían trabajo necesitan regresar a trabajar.