PUNTO DE ENCUENTRO
Doctora Flores, doctor Asturias: ¿Cuál es el plan?
Los datos oficiales, consolidados del 13 de marzo al 5 de julio, dan cuenta del fallecimiento por covid-19 de 947 personas y del contagio de 23,248. Indican que en el departamento de Guatemala se concentra el 68.85% de los casos (16,006), y en Escuintla el 6.32% (1,469), y que la región 1 —Guatemala, Chimaltenango y Sacatepéquez— es la más afectada, con 17,389 casos, un 74%.
Sin embargo, hay datos que son clave y que no aparecen en ninguna de las infografías que el Gobierno comparte y tampoco se abordan en las conferencias de prensa. Esta información que se omite —ya sea porque no se tiene o porque no se quiere compartir— es crucial para comprender la situación real de la pandemia y, sobre todo, para tomar las decisiones que detengan el ascenso en la curva de contagios y, por ende, disminuyan los fallecimientos.
Siendo el covid-19 un virus altamente infeccioso, que se extiende antes de que la gente presente síntomas, y sabiendo que hay un número importante de personas asintomáticas, se precisa de información certera para controlar su propagación y esta proviene de la realización masiva de pruebas.
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Marielos Monzón
Por eso es que la comunidad científica ha insistido en la necesidad de aumentar drásticamente el número de pruebas y saber cuáles son las que se están aplicando y a quiénes. Sin estos datos resulta imposible tener éxito en el manejo de la emergencia y evitar que se concreten las proyecciones de medio millón de contagiados y cinco mil muertes para el mes de agosto.
A estas alturas está claro que las medidas implementadas han sido insuficientes y que es preciso tomar acciones complementarias para detener la propagación del virus. Al reducir los contagios, el sistema de salud podrá gestionar mejor los casos y bajar la letalidad.
Por eso, con respeto pero firmeza, planteo las siguientes preguntas a la ministra de Salud, Amelia Flores, y al comisionado de la Coprecovid, Edwin Asturias. Sus respuestas permitirán a la comunidad médica y científica del país respaldarles y construir/mejorar las estrategias de salida a una crisis de enorme magnitud que requiere sumar voluntades y saberes, porque, de lo contrario, no salimos.
¿Qué tipo de pruebas se están aplicando y con qué criterios? ¿Además de a las personas con síntomas, a quienes tuvieron contacto con ellas y a quienes vinieron del extranjero, a qué otras personas les están aplicando las pruebas? ¿Cuánto tiempo pasa entre la realización de un test y la entrega de resultados? ¿Qué objetivos, además de tener cifras de contagios, buscan con el testeo? ¿Cómo se realiza el seguimiento y la trazabilidad a partir de los resultados positivos? ¿Se están llevando a cabo pruebas aleatorias, en qué lugares y cuáles son los resultados? ¿Se hacen exámenes de laboratorio a las aguas servidas para detectar rastros de covid-19?
¿Cómo se ha mejorado la dotación de equipo de protección para el personal de salud? ¿Cuál es el protocolo de tratamiento para casos leves y moderados y cuál para enfermos graves y críticos? ¿Están estandarizados los protocolos en la red de servicios públicos y privados? ¿Se está utilizando la base de datos del último censo para contribuir al control de la pandemia y para la distribución de compensadores sociales?
¿Cuáles son las estrategias adicionales que se van a aplicar para prevenir más contagios y muertes? ¿Si Italia y España —ante el aumento de casos y el colapso hospitalario— decidieron un cierre temporal, por qué Guatemala sigue postergando esa alternativa? De decidirse un cierre en algunos departamentos, ¿cómo se atenderá económicamente a las familias más vulnerables? En síntesis, ¿cuál es el plan?
Esta columna no tiene pretensión de interpelación. Busca que la información se comparta para que quienes tienen el conocimiento puedan contribuir, junto a ustedes, a la salida.