La buena noticia

El amor, eficaz para el rescate de la justicia

“Rehabilitar la política, que es una de las formas más preciosas de la caridad”. (Francisco)

El fragmento del Evangelio de mañana es continuación del proclamado el domingo pasado. Estamos en el capítulo 15 del Evangelio según san Juan, que recoge una interesante conversación entre Jesús y sus discípulos, para mostrarles la importancia de vivir en estrecha relación con él, que les permita abrirse a la novedad del “amor eficaz” (Camilo Torres) y a la esperanza del Evangelio, a “la amistad social que integra a todos” (Francisco) y a la oportunidad de dar frutos para la transformación del mundo.

“Avancemos hacia un orden social y político cuya alma sea la caridad social”. (Francisco)

Jesús, al presentarse como el amado del Padre, invita a “permanecer en el amor”, para comprender que lo más importante en la vida es insertarse en la dinámica del amor, que viene de Dios, hace crecer al ser humano y madurar a los pueblos; además, para “reconocer que el amor es también civil y político, por eso se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor”. (Fratelli Tutti, 181).

En el contexto guatemalteco, estas “acciones” se proyectan en la lucha contra la corrupción y la impunidad, el restablecimiento del estado de Derecho y el rescate del sistema de justicia, porque la justicia, pilar fundamental de cualquier sociedad, cayó en desgracia entre nosotros, por fiscales mediocres actuando desde un Ministerio Público que perdió el rumbo, por abogados carentes de ética entregados al mejor postor, por jueces inicuos que mancillaron el sentido de la justicia, por magistrados serviles de élites corruptas y depredadoras y por aquellos partidos políticos convertidos en bandas de delincuentes organizadas para asaltar los recursos del Estado.

Procurando construir una Guatemala mejor es que nos lanzamos al largo y tortuoso proceso de una Consulta Popular que abra caminos nuevos para la dignificación de la justicia. Por ello nos solidarizamos con la iniciativa de “Unidos por la Democracia”, que, desde Cobán, AV, viene avanzando, y ya llegó a casi todo el país, para cuestionar el podrido sistema de justicia y desalojar a la nefasta fiscal general y sus fiscales, que actúan en contubernio con jueces y magistrados abiertamente serviles del régimen de corrupción para la impunidad.

El amor del que habla Jesús en el evangelio “no solo se expresa en relaciones íntimas y cercanas, sino también en “las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas” (Fratelli Tutti), que apuntalan los esfuerzos de todos por forjar una Guatemala mejor, donde la justicia emerja con dignidad, para dar certeza a los ciudadanos y confianza a los pueblos.

De lo contrario, caeremos en el peligroso juego de un Estado sin justicia convertido en una banda de ladrones (San Agustín), que es precisamente lo que vimos desde que las mafias incrustadas en el gobierno de Jimmy Morales expulsaron a la Cicig, y el nefasto gobierno de Giammattei agudizó, con el descaro de seguir aun liderando el pacto de corruptos.

El evangelio que comentamos amplía y profundiza la relación entre Jesús y sus discípulos, invitándolos a “permanecer en el amor”, como opción fundamental y como fuente inspiradora de sus legítimas luchas en la sociedad donde viven, de tal manera que los lleve a unirse “a otros para generar procesos sociales de fraternidad y de justicia para todos”, que les permitan entrar en “el campo de la más amplia caridad, la caridad política”.

Esta dinámica del amor que nace de la elección de Jesús para ser sus amigos debe llevar al discípulo y a todo ciudadano a “avanzar hacia un orden social y político cuya alma sea la caridad social”. Por eso el llamado del papa Francisco es “a rehabilitar la política, que es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común”.

ESCRITO POR:

Víctor Manuel Ruano

Presbítero de la Diócesis de Jutiapa. Licenciado en Sociología por la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma. Fue rector y profesor del Seminario Nacional de la Asunción, Guatemala, y vicerrector académico Cebitepal, Colombia.

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