REGISTRO AKÁSICO

El dueño del cayado chifla a los perros

|

Las filitas frente a las tiendas, la casa presidencial y los ministerios tienen su misterio. La convocatoria parece llamado divino. Durante una semana ordinaria jamás se juntan más de dos personas frente a la tienda del barrio. Pero después de un aviso de cierre en fin de semana se forman filas de hasta 15 personas.

Convenientemente situadas las cámaras de noticieros, observan el cierre de las cortinas metálicas en grandes tendejones. En los casos telerreportados, la cámara muestra agolpamiento al momento del toque de queda. Un caballero informa que iba a comprar una patita de pollo. ¡Recórcholis! No podía pasar un fin de semana sin su caldito. Suponemos que tiene suficientes fideos para acompañarlo. Pero bien ha valido la pena hacer un turno de varias horas para semejante compra, que lleva en una bolsita de plástico. Todo en diminutivo.

' La baja cultura política impide un debate con propuestas para enfrentar la crisis económica.

Antonio Mosquera Aguilar

Otras hileras no aclaran nada. Muchos han sido testigos en los primeros días del anuncio de la pandemia de las líneas en supermercados para comprar cantidades exageradas de papel higiénico. Muchos observadores manifestaban enojo. ¡Partida de necios! Se trata de gripe, no de diarrea, decían. Pero allí seguían los felices compradores del delicado papel que acaricia, limpia y perfuma.

La razón para esa compra compulsiva admite una explicación plena de racionalidad, se trata de satisfacer una necesidad por parte de los abastecedores. La mercancía es voluminosa; es decir, ocupa mucho lugar en los almacenes. Tenerla acumulada quita espacio a otros productos, más pequeños pero más caros. Así, cuando se venden enlatados y otros produce más ganancia que los acolchados rollos. Por lo tanto, el hecho de compras masivas por parte de los clientes ayuda al supermercado a una mejor administración de la bodega. Cualquier partidario de la teoría de la conspiración atribuye a entes informáticos en manos de los oligopolios generar la sed de compras del papel para inodoro. Pero, ¿existirá tal centro de manipulación de las mentes pequeñas de los consumidores nacionales?

Otra fila se forma entre quienes desean protestar en vehículos de lujo por el encierro. Allí va la hilera de camionetas agrícolas con sus vidrios polarizados. El convocante es anónimo. Toda movilización de protesta debe tener un responsable que dialoga con la autoridad para demandar el cumplimiento de las demandas. Pero en este caso se forman sin saber quién los ha convocado. Las personalidades son reconocibles. También las cámaras están bien colocadas para mostrarlos enfurecidos, discutiendo contra un oficial de policía.

Mientras la atención se fija en estas extravagancias, cientos de pequeños camioncitos de campesinos de agricultura comercial formaban fila por los retenes policiales. El alboroto llegó a la violencia. Hubo necesidad de repetidas declaraciones de la presidencia, así como oficios de los jefes policiales demandando que no se obstaculizara ese transporte. No se permite funcionar el abasto que baja precio y mejora la alimentación. A ello no se le presta atención, pero repartir alocadamente cajas de alimentos donde el favorecido declara su agradecimiento como salido del bolsillo presidencial se repite y vuelve a repetir.

La majada busca pasto, pero el pastor también puede dirigirla. Necesita un cayado y perros pastores. Una de las mejores formaciones consiste en hacer una filita, precisamente cuando serán trasquiladas o sacrificadas. En medio de chiflidos, ya que en nuestros lares no existe la famosa flauta del pastor, los borregos van felices al matadero. ¡Beee! ¡Beee!

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.