Desarrollo de país

El Presupuesto General de la Nación 2026

Gobierno quiere Q20 mil millones más en el 2026.

El Presupuesto General de la Nación es un instrumento financiero que busca el equilibrio entre ingresos y gastos durante un ejercicio fiscal y se rige por la Constitución Política de la República y la Ley Orgánica del Presupuesto.

Q148 mil 526 millones para 2025 es 26.9% más que el del 2024.

Durante el gobierno del presidente Jimmy Morales, la SAT, bajo el mando del licenciado Abel Cruz como superintendente y el licenciado Víctor Martínez como ministro de Finanzas, le dio vida a la factura electrónica. Ese instrumento mejoró mucho los ingresos, siendo muy marcados durante la gestión del presidente Alejandro Giammattei. Esa realidad de contar con mayores ingresos le justificó al gobierno anterior aumentar el gasto, pasando del último presupuesto de Morales de Q88 mil 327 millones, al último de Giammattei, de Q118 mil 624 millones, apenas hace dos años.

La idea de quien aconsejó al ministro de Finanzas de cómo conseguir los votos para la ampliación del Presupuesto desfinanciado 2024 en agosto, por Q14 mil 151 millones (que ni se los gastaron) y luego la aprobación del Presupuesto del 2025, sin duda, fue brillante. Ofrecerles obras a los diputados distritales por el voto fue algo nuevo ya que votaron de diferentes partidos políticos a favor del gobierno. El Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado de Guatemala para 2025 fue aprobado por el Congreso de la República por un total de Q148 mil 526 millones, que fue 26.9% más alto que el del 2024.

Los ideólogos de Semilla sabían que necesitarían de presupuestos enormes durante la gestión de Bernardo Arévalo, aunque estuvieran desfinanciados, para sus propósitos políticos electorales de 2026 y de 2027. Como para ellos el fin justifica los medios, no les importó lo que esas acciones comprometían a la credibilidad del presidente Arévalo, dado que, en campaña, en sus argumentos contra la corrupción del gobierno de Giammattei, decía que el aceite que lubrica la corrupción es el Presupuesto y que en el presupuesto de gastos se va hasta 40% en corrupción.

Pero, recientemente, se toparon con la oposición reacomodada porque el ministro de Finanzas no les cumplió a los diputados distritales con las obras ofrecidas y por eso aprobaron de urgencia nacional la ley 7-2025. Esta es la herramienta de la oposición, la cual, indican los ponentes, beneficiará las obras en el interior del país.

Verdaderamente se desató un lío serio por el dinero público, ya que el gobierno quiere dinero de más; los de oposición, quienes aprobaron la ley 7-2025, quieren controlar el dinero de los Codedes, y los alcaldes agrupados en Anam están dispuestos a apoyar la propuesta de la oposición.

También se escucha que en México se están capacitando personas afines a Semilla (gobierno), a Raíces (disidentes de Semilla) y de otros partidos de izquierda o progresistas que buscan crear un frente amplio para que puedan ganar las elecciones en 2027, tanto del Ejecutivo como del Legislativo, y alcaldías claves como la de Guatemala. También quieren tener la estrategia y la táctica para que en 2026 sean incidentes en elecciones del TSE, CC, MP, Contraloría General de Cuentas y OJ.

¿Qué debemos hacer los ciudadanos responsables, conservadores, cuidadosos de la inflación, los que trabajamos arduamente, los que buscamos que el dinero público sea transparente y bien utilizado? Debemos alzar la voz para que el Presupuesto 2026 no sea aprobado, y luego debemos ver de qué manera en el Congreso elijan una Junta Directiva integrada por diputados de experiencia, sin mala fama y libres de problemas con la justicia. Los hay. Ya con esa Junta Directiva, dar paso a las elecciones de 2026, en las cuales, en buena parte, tiene rol el Congreso.

No hay que quitar el ojo respecto al desempeño del gobierno actual, en cuanto al uso transparente y adecuado de los fondos públicos.

ESCRITO POR:

José Santiago Molina

Economista y MBA por la Universidad de Dallas en Texas, Estados Unidos. Director de empresas del giro agrícola, pecuario, industrial, comercial y financiero.