REGISTRO AKÁSICO

El vaticinio sobre el fin abrupto del gobierno

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Escuchó o le resulta familiar una profecía continuada donde se vaticinaba la caída del gobierno de Morales. Se repitió hasta el cansancio. Siempre con prórroga de la fecha de la debacle. Semejante al fin del mundo, donde se cambian los años cuando ocurrirá tamaña hecatombe. Los analistas, estudiosos de la coyuntura y conferencistas del desastre gubernamental parecen no haber sufrido en su reputación, con tamaños pronósticos. Siguen tan campantes y hasta reciben nuevas invitaciones para expresar sus predicciones para los procesos políticos actuales.

Al infundir la sospecha sobre el quiebre del período de gobierno, pretendían aislarlo. Cuando se evalúa ese propósito, es obvio que lo consiguieron. Una parte de ese resultado se debe a la incapacidad de la dirigencia estatal. La incorporación de sus enemigos a los puestos públicos, de personajes desleales y de funcionarios incapaces fue la causa por la que perdió su reputación. No hubo cabida a defensores oficiosos, se dejó actuar a la acusación y al desprestigio.

' La administración sufrió por su propia incapacidad y predominio del crimen organizado.

Antonio Mosquera Aguilar

Un caso ilustra. La defensa de los familiares presidenciales, encausados por un asunto de poca cuantía impositiva, tuvo lugar en el último tramo del gobierno, bajo autoría del prolífico periodista y político Acisclo Valladares Molina. Ya no tenía sentido. Se había abandonado el campo a favor de la maniobra partidaria opositora. El litigio mediático fue desfavorable a la fama del ejecutivo. Se aceptó la referencia colateral sin aclaración, en cuanta entrevista internacional se realizó en medios de comunicación masiva extranjera. Hasta el cantautor Ricardo Arjona fue portador de mayor dignidad frente a la falta de respeto por un entrevistador abusivo.

Los comentaristas de prensa no toman la palabra para defender a un señor alejado de las posiciones políticas propias. Hacerlo sería una tontería, se les acusaría de compromiso con ideologías animadas desde tendencias religiosas cuestionables o, en el peor de los casos, de recibir dádivas. Pero, otra cosa, consiste en no darse cuenta de la falta de solidez en los ataques judiciales levantados por el lawfare y el prevaricato continuado. Así pues, cuando finaliza el mandato de gobierno, se puede mostrar la incapacidad en la defensa política. Sin embargo, esa evidencia no conmueve ni hace nacer simpatía alguna por un gobernante inepto. Si se hunde será en soledad, pues se advierte la falta de seguidores sinceros. La traición de los recomendados, la falta de agradecimiento de los favorecidos, la incapacidad de su convergencia de oportunistas fue desvelada.

La otra parte del aislamiento de la administración consiste en el desbocamiento de los intereses dominantes. Algunos lo llaman disputa interoligárquica. Es una lucha entre facciones familiares empresariales. Esas agrupaciones son lábiles. Las cámaras, oenegés y antiguos funcionarios modifican su parecer dependiendo del día. Furibundos opositores de la intervención extranjera pasan a ser lambiscones y acríticos de las decisiones de EE. UU. Se intenta encontrar sentido, mas el mismo vocero cambia su opinión, dependiendo de la hora de la entrevista.

En adición, se encuentra el involucramiento con el crimen organizado. Se descubren negocios sucios en muchos ámbitos. Así, una tienda de barrio abastece por millones de quetzales al ejército. La obra pública está plagada de malversaciones. Pero lo más indecente es la falta de voluntad para impedir que el país siga convirtiéndose en el paraíso del trasiego de drogas. Para prosperar se necesita un gobierno débil y corrupto. La actual administración encajó en ello.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.