Conciencia

En busca de un buen rumbo para Guatemala

¿Quo vadis Guatemala? Es momento que el presidente de la República con paso firme dirija al país hacia la modernización.

Hace poco vi en las redes sociales un video donde un periodista independiente cuestionaba frontalmente al presidente Bernardo Arévalo respecto a la brújula del país; sentimiento de falta de rumbo que perciben varios ciudadanos.

Para combatir la corrupción es esencial enfocarse en prevenirla, lo que implica reformar el Estado.

Muchos votaron por el Movimiento Semilla con la expectativa de acabar con la corrupción, ya que decían que hasta el 40% del presupuesto nacional se perdía en actividades corruptas. Sin embargo, a ocho meses de gobierno esa promesa es sólo retórica ante la falta de acción para combatirla. Debe tomarse en cuenta que Guatemala ocupa el puesto 154 de 180 en el Índice de Percepción de la Corrupción, con una puntuación de 23 sobre 100. ¿Habrá algún cambio en el año 2024?

Resultó contradictorio presentar una ampliación presupuestaria extemporánea de Q14,151.7 millones para hacer más de lo mismo. Nada de innovación. Aumentar los recursos no traerá mejoras para los guatemaltecos si no se reforma el inservible modelo de gestión pública. Para combatir la corrupción es esencial enfocarse en prevenirla, lo que implica reformar los sistemas administrativos y procesos de adquisiciones de todo el Estado.

En materia de recursos humanos —servicio civil— se ha perdido la meritocracia por los pactos colectivos de condiciones de trabajo y el botín de empleo que se encuentran en todas las instituciones públicas. Incremento de funcionarios sin competencias, aumentos salariales masivos, bonos anuales, vacaciones adicionales, privilegios para los líderes sindicales y otros rubros están mermando el erario nacional. La tecnocracia está casi ausente en el Estado, pero la burocracia crece. La Ley de Contrataciones, lejos de crear un sistema ágil, competitivo y transparente para la gerencia del Estado, impide que se ejecute los fondos públicos eficientemente.

La masa salarial aumenta, pero los guatemaltecos carecen de nutrición, calidad educativa e infraestructura mínima. El Gobierno perdió totalmente su capacidad para servir a la población, en especial a los más pobres. Se sigue contando con la prevalencia de desnutrición crónica en la mitad de los niños menores de 5  años, los hospitales viven en crisis, no hay medicinas y muy poca atención primaria en salud.  La cobertura en educación se estancó en los primeros ciclos y disminuyó en el nivel diversificado; además, los jóvenes graduandos aprenden cada vez menos —del 2019 al 2023 el logro en lectura disminuyó de 37% a 31%, y en matemática pasó de 13.6% a 10.1%—.

Las carreteras, las comunicaciones y la conectividad son determinantes en la era de la tecnología de la información. La infraestructura es raquítica, no hay un plan maestro, ni siquiera hay mantenimiento en las pocas vías del país. Puertos y aeropuertos afrontan un gran deterioro. Existe un fondo de más de Q1 mil millones  para la conectividad de los sectores de salud, educación y gobernación, de lo que hay mucho entusiasmo, pero la ausencia de planes concretos. ¿Quo vadis, Guatemala? En este contexto es momento de que el presidente de la República marque un rumbo definido para el país. Los avances tecnológicos permiten modernizar el país y también contar con procesos más eficientes y transparentes. Es importante acelerar el trabajo del Comité de Modernización del Ejecutivo y que con el apoyo del Foro Parlamentario de Transformación Digital del Congreso y la sociedad civil se puede trazar una visión compartida, una gobernanza efectiva, una estrategia innovadora, una hoja de ruta ambiciosa pero alcanzable —con presupuesto, un equipo competente y asesoría internacional—. ¡Es momento de que dejemos el despilfarro de recursos y trabajemos en un proyecto de país que beneficie a todos los guatemaltecos!

ESCRITO POR:

María del Carmen Aceña

Ingeniera en Sistemas, con maestría en Administración de Empresas de INCAE. Vicepresidente del Centro de Investigaciones Económicas (Cien). Exministra de Educación. Amante de la vida y de Guatemala