Meta humanos
En la movilidad del futuro se respira bien
Debemos hacerle una invitación a todos los diputados, de todos los partidos, a trabajar juntos en la creación de una nueva Ley de Movilidad.
Ser uno de los mil 578 fotógrafos acreditados en los Juegos Olímpicos de París es un verdadero privilegio. Viajé a la Ciudad Luz con una gran curiosidad por participar en un evento que marcaría un antes y un después en las justas deportivas más importantes del planeta.
La mayoría de las personas en Guatemala no podemos movernos de forma segura, eficiente y sostenible.
Este evento no solo se destacó por la genialidad de usar lugares icónicos como sedes deportivas —con la Torre Eiffel, Los Inválidos, el Grand Palais y el Palacio de Versalles como marcos incomparables—, sino también por ser pionero en muchas otras áreas. Por primera vez, la ceremonia de apertura no se celebraría en un estadio, sino en el río Sena, con una flota de barcos eléctricos o híbridos y una llama olímpica sin combustibles tradicionales. Este evento de gran escala subrayó el compromiso de los organizadores con la sostenibilidad y la innovación tecnológica.
Dejando de lado la frase común de “amigable con el medioambiente”, los Juegos Olímpicos de París 2024 demostraron un respeto real por el entorno. La reducción de emisiones de carbono, la promoción de la economía circular y el uso prioritario de energías renovables fueron objetivos centrales del evento. Fue impresionante ver cómo los organizadores y todos los involucrados lograron coordinar esfuerzos y superar retos para mostrarle al mundo que el siglo XXI exige una forma de actuar diferente. ¡Wow!
Al llegar a París, no tenía claro cómo me iba a movilizar del norte de la ciudad al Centro
Olímpico de Prensa, ubicado al otro lado de la metrópoli. Considerando que la población de París es grande y que su sistema de metro transporta entre cuatro y cinco millones de pasajeros diariamente, al sumar a los 10 millones de espectadores adicionales, imaginaba que la movilidad se colapsaría.
Pronto descubrí que el plan de estas ciudades europeas ha sido invertir en el concepto de “calles completas”, es decir, calles con infraestructuras donde las personas disponen de banquetas, ciclovías y un sistema integrado de transporte público. Lo más importante es que han centrado sus esfuerzos en movilizar personas y no carros. Además del transporte público eficiente, hay miles de bicicletas disponibles para rentar y ciclovías exclusivas que cubren toda la ciudad. Cabe destacar que fue maravilloso ver a miles de personas caminando por calles cerradas al tráfico vehicular, con amplias banquetas y accesibilidad para personas con discapacidad. Esto es algo que urge implementar en Guatemala.
Aplaudo al Comité Olímpico Internacional, porque todo el transporte puesto a disposición de los medios de comunicación y vehículos oficiales eran eléctricos o híbridos, con cero emisiones de dióxido de carbono y prácticamente silenciosos, contribuyendo así a los objetivos ecológicos del evento.
No pude evitar sentir una mezcla de envidia y tristeza al pensar en los millones de guatemaltecos que sufrimos a diario por el caos vial, la contaminación y la falta de un sistema de transporte público integrado. La mayoría de las personas en Guatemala no podemos movernos de forma segura, eficiente y sostenible.
Los Juegos de París han dejado un legado sostenible y un tremendo reto para los Juegos de Los Ángeles 2028. Después de 23 días en París, olvidé lo que era la contaminación del aire; los únicos olores desagradables fueron los golpes de ala en el metro. Fue hasta que regresé a nuestra amada Guatemala que recibí una fuerte y shockeante dosis de esmog en la Roosevelt, de camino a la Antigua.
Debemos hacerle una invitación a todos los diputados, de todos los partidos, a trabajar juntos en la creación de una nueva Ley de Movilidad que transforme la manera en que nos desplazamos y vivamos en nuestras ciudades.