SI ME PERMITE

Entender a otros es primero que ser entendido

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“Busca primero entender y luego ser entendido”. Stephen R. Covey

En las relaciones personales que cada día tenemos con la gente algunas previamente han sido planificadas, pero otras resultan de forma imprevista, pero en las que debemos atender y saber cumplir nuestra parte. En estos encuentros muchísimas veces se nos mal entiende o posiblemente nosotros no tenemos el cuidado para ser bien entendidos en lo que estamos presentando.

' Relaciones que se cultivan con diálogos constructivos permiten entendimientos para toda la vida.

Samuel Berberián

Por ello, aparte del cuidado con el que debemos estructurar nuestras ideas, debemos saber ordenarlas de modo que se nos entienda, porque cuando tenemos la disposición en aclarar o bien repetir lo que estamos planteando logramos avanzar y ser siempre bien recibidos. Este criterio es algo que debe ser cultivado y cuanto antes en la vida será mucho más fácil y nos permitirá ampliar nuestro círculo de relaciones y alcanzar nuestras metas por el simple hecho de ir paso a paso en lo que decimos, asegurando que nos damos a entender y no es que esperamos que se nos entienda.

Cuando avanzamos en la vida, nos vamos dando cuenta de que las oportunidades no están con el interés para que nosotros aprovechemos de ellas, sino por el contrario, cuando las visualizamos y sabemos que pueden ser apropiadas porque están dentro de nuestro interés y además que nosotros podemos beneficiarnos de ellas, aprendemos a acercarnos con el mayor cuidado y respeto para poder gozar el beneficio de ellas al final.

Si nuestro interés es ser entendido y entender a los que se nos acercan, debe ser claro que en ningún momento es asunto de complacencia y gratificación, sino simplemente es asunto de comprensión para poder definir si podemos caminar juntos y si podemos escoger la misma meta para que el buen inicio de algo también logre un buen final.

La práctica de algunos, que en sus relaciones proyectan una modalidad imponente, es claro que no logran llegar muy lejos pero además la realidad es que el círculo de sus relaciones se empieza a ver cada vez más reducido y la soledad lentamente los invade. Cuando por el contrario uno antes de imponer plantea, consulta y sugiere esperando que la otra parte vea de qué modo puede exponer su parecer y su punto de vista, se inicia una relación que con el paso del tiempo la frase tan conocida como “con esa persona yo me entiendo bien” llega a ser un testimonio frecuente.

Cuando aceptamos el proceso de entenderse, este debe iniciar no solamente porque hay una necesidad sino porque hay una disposición de ampliar las relaciones, sacrificando algunas de las particularidades nuestras las cuales no están en los conceptos de nuestros principios y es cuando damos el paso de cumplir con algunas expectativas que las otras personas tienen.

En nuestros días de alguna manera lo normal es aislarse, y así hacer lo de uno y cuando nos salimos de nuestro mundo es por asuntos puntuales y no contemplamos la posibilidad del inicio de una relación que anteriormente no existía, pero que dada las circunstancias es factible no solo cultivarla, sino conservarla también.

En el mundo donde las redes sociales han llegado a ser los intercomunicadores inevitables para muchas de las relaciones y que siendo parte de esta sociedad no lo podemos evadir, debemos rescatar nuestra capacidad humana de entender a los demás mucho antes que esperar a que se nos entienda.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.