REGISTRO AKÁSICO
Entre la improvisación y la majadería
El Ministerio de Desarrollo Social (Mides), por medio de 40 comedores sociales distribuidos en el país, ha servido casi tres millones de raciones de alimentos. Aproximadamente 300 personas diarias se alimentan con esas bandejas. Mucho esfuerzo para pocos resultados. Abogar por cerrar esos restaurantes oficiales no es el caso; sino resaltar la falta de sentido para erradicar carencia de empleo o contraprestación por los aportes del Estado. Es un asunto de enfoque, resumido en el repetido consejo de enseñar a pescar y no regalar un pescado al necesitado.
La falta de trabajo, los obstáculos para formalizar los negocios, las corruptelas y mal funcionamiento de las oficinas públicas, la falta de evaluación de los servicios de salud, educación, transporte y vivienda sostenidos con fondos o con subvenciones públicas cuantiosas, debieran discutirse y atender las propuestas de la ciudadanía, para que la autoridad electa decida el curso de acción durante su período de gobierno. Al tiempo, nuevos designados por elección decidirán nuevas propuestas, modificar los programas o mantenerlos sin cambios.
En contra, los desmanes de protestatarios, el ataque a las fuerzas del orden, se convierten en los temas de análisis. En muchos casos, como en el reciente asalto al Congreso, se notó la manifestación de impericia en las autoridades de gobernación, para prever los cursos de las protestas. Esa improvisación se salda con heridos en las fuerzas de policía. Después los arrestos para señalados por confidentes y las rencillas locales producen presos calificados de políticos.
' Necesitados de planes para una sociedad de bienestar basados en el trabajo y esfuerzo personal.
Antonio Mosquera Aguilar
Acaso pueden explicar el involucramiento irresponsable de grupos acarreados. La inopia en la visión de futuro entre sus dirigentes los lleva a convertirse en piquetes, para efectuar protestas sin relación con sus demandas sentidas. ¿Qué están haciendo habitantes situados a varios cientos de kilómetros del lugar, concretamente en Totonicapán, alegando sobre asuntos de Izabal?
No se niega a nadie participar y exponer sus puntos de vista, pero marchar o hacer plantones no expresa ciudadanía, más parece una parvada de gansos. El faltante en la exposición de las motivaciones para participar en manifestaciones y eventualmente explicar el porqué del deslizamiento de la protesta en choques violentos.
Las reglas de la consulta sobre una actividad minera, de explotación forestal o aprovechamiento de aguas deben ser previas y anunciadas. Esconder las decisiones gubernamentales para autorizar determinadas explotaciones económicas solo produce enfrentamientos. Peor aún, cambiar las reglas, ámbito territorial de la consulta o exposición de las partes de sus criterios sobre la pertinencia o impertinencia desorientan a los interesados en el asunto. Esas modificaciones suelen ocurrir cuando una parte se siente perdida, pretende llamar a no afectados, ampliar municipios o traer a cuenta alianzas nacionales y hasta internacionales. Peor aún, caer en la guerra legal o lawfare, a través de judicializar los asuntos políticos.
Las actuaciones de bajo nivel se manifiestan en la política. Siempre habrá contreras, envidiosos, mezquinos y demás señalamientos despectivos. Tales calificativos se originan porque hay actuaciones con falta de virtudes cívicas. En la democracia también hay buena voluntad, proponentes sinceros y desinteresados; pero no por ello conseguirán prevalecer. A veces la decisión mayoritaria se equivoca. Se paga caro y se ha de esperar a que la ciudadanía rectifique. Cuando no ocurre, se abre el camino de la decadencia y la degradación. Como sucede en nuestro país.