ESCENARIO DE VIDA
H. J. Nicol, padre, empresario y futbolero
En esta ocasión le hago un homenaje a mi progenitor, Henry J. Nicol, conocido también como Enrique Nicol, quien fue uno de los grandes pioneros del futbol en Guatemala y, además, campeón nacional de tenis. De nacionalidad inglesa-nicaragüense, tuvo como padre al exembajador de Gran Bretaña en Nicaragua Charles Edward Nicol, y como madre a Celia Elizondo de Nicol, una gran escritora y poetisa, contemporánea y amiga personal de Rubén Darío.
' La forma en que hemos sido criados deja en nosotros una huella imborrable para que seamos de servicio a la humanidad.
Vida Amor de Paz
Es interesante comprobar cómo la forma en que hemos sido criados deja en nosotros una huella imborrable para que seamos ejemplos de vida y convertirnos en los artífices del plan divino, al estar de servicio al prójimo y a la humanidad.
Imposible borrar de mi mente al amoroso padre de familia, lleno de carisma, caballerosidad, honestidad, inteligencia, nobleza y honorabilidad. Su desprendimiento de las cosas materiales contrastaba con el tradicional empresario que solo piensa en su propio beneficio. Él quería ser de servicio a los demás.
Empezó como pionero de la industria automovilística con la Dodge en Guatemala, en la década de los 40, junto a sus hermanos, y como distribuidor único de la Jeep fue uno de los comerciantes más poderosos del país por los años 50 y 60.
Pero allí no termina la historia. Su rol como deportista y futbolero fue crucial en su vida, aunque el futbol guatemalteco se creó mucho antes: el 23 de agosto de 1902, con 22 jugadores. Lo iniciaron los hermanos Jorge y Carlos Aguirre Matheu, Delfino Sánchez Latour y Eusebio Murga, tras haber cursado estudios en Saint Georgian’s College cuando jugaron en Inglaterra de 1896 a 1901. La contribución de mi padre, años más tarde, fue con la técnica inglesa, al integrarse al futbol guatemalteco por el año de 1920.
Los primeros juegos atléticos se dieron durante el cumpleaños del presidente Manuel Estrada Cabrera, en lo que antes se llamaba barrios del Guarda Viejo y Pamplona. Se inscribieron los clubes Hércules y Allies, entre otros. Al pasar del tiempo fue en el Campo de Marte donde mi padre fungió como un sobresaliente delantero, o como portero, al ser parte de la Selección Nacional.
El primer partido de la Selección se dio el 14 de septiembre de 1921, contra Honduras, a quien Guatemala derrotó por un marcador inapelable de 9 goles a 0. Tras muchos otros juegos, Guatemala se inició con el preliminar al Mundial de 1958 en el grupo 1, junto a las selecciones de Costa Rica y Antillas Neerlandesas. En su primera gira al exterior, Guatemala le ganó a México.
Sin embargo, lo más notable fue la “chamarreada” que le dieron a los campeones mundiales británicos, superándolos con el veloz “pase corto”. Asombrado el capitán del equipo británico, reiteró que a pesar de haber jugado durante un año entero en todo el continente americano jamás habían conocido una sola derrota hasta que se enfrentaron a Guatemala, que les ganó con creces.
Me siento muy orgullosa de mi padre, Henry J. Nicol, quien lamentablemente falleció hace 47 años, un 10 de mayo. Hoy recuerdo la canción de Roberto Vidal Papito, que cantó Alejandrita Corzo en 1982, en Disney, cuando solo tenía 7 años, en el Festival América, esta es tu canción, ante más de 400 millones de televidentes.
Un párrafo de la canción se la canto hoy a mi padre en el cielo, y dice así: “Papito, dedícame un momentito. Quiero estar contigo a solas, tenerte un ratito solo para mí. Papito, vení a contarme una historia, abrazame con ternura, meceme como antes lo hacías para mí. Quisiera tenerte a mi lado más tiempo que hoy…” Mi padre ha sido mi inspiración y lo seguirá siendo por siempre.