La semana pasada, en un foro organizado por Fundesa ante más de cuatrocientas personas que pudieron participar en el evento virtual sobre la Ley General de Infraestructura Vial, el presidente del Congreso, diputado Allan Rodríguez, se comprometió a agendar la iniciativa en segunda lectura esta semana, como un compromiso por el altiplano guatemalteco y la necesidad de aumentar la inversión en infraestructura vial de la región VI del suroccidente del país. Como diputado de Sololá, el presidente del Congreso mencionó que conoce de la necesidad de contar con un mejor modelo de carreteras, para permitirle al Estado guatemalteco invertir más recursos en aumentar la inversión vial.

Los presidentes de diferentes comisiones, como la presidente de la Comisión de Pequeña y Mediana Empresa, diputada Karina Paz; el presidente de la Comisión de Economía y Comercio Exterior, diputado Enrique Montano, y el vicepresidente de la Comisión Comunicaciones, Transporte y Obras Públicas, diputado Carlos López, ofrecieron el apoyo político y fueron contundentes en la urgencia de aprobar en segundo debate la iniciativa y seguir trabajando en los cambios necesarios para su aprobación final.

Está claro que hoy en el Congreso, la Iniciativa 5431 Ley General de Infraestructura Vial es la herramienta jurídica que le daría certeza a uno de los sectores con mayor potencial de desarrollo no solo económico, sino social al país. No existe hasta ahora otra propuesta capaz de tener el alcance tan importante que tiene esta iniciativa, en términos de empleos que se podrían generar, inversiones que se pueden atraer al país y el impulso a otros sectores de la economía.

Guatemala es hoy el país con las peores carreteras de América Latina y uno de los países con las peores carreteras del mundo, según el Foro Económico Mundial. Solo estamos mejor que algunos países africanos como Chad, Mauritania, Madagascar, Congo, Yemen, Angola Mozambique, Camerún y en el continente americano, solo estamos mejor que Haití. Tenemos 1 metro de red vial por habitante y somos el peor país en el continente americano en el Índice de Conectividad, (en todo el mundo solo estamos mejor que Gabón, Mauricio y Tayikistán). Debo reconocer que tuve que verificar exactamente dónde quedan muchos de estos países, lo cual como guatemaltecos nos debería dar vergüenza tener un sistema vial en pésimas condiciones.

Este es el momento de actuar, la urgencia de una recuperación económica para el país luego de la crisis del covid-19, nos debe mover a que este nuevo modelo sea aprobado, el cual no solo tiene el potencial de generar 166,000 empleos anuales, sino más de US$2,000 millones en inversiones, aumentando el crecimiento económico por encima del 8%, según estimaciones iniciales del Banco de Guatemala.

El sistema de inversión vial a través de la iniciativa 5431, genera un mecanismo de pagos que daría mejores condiciones a las carreteras, al incluir anualidades por indicadores de calidad, donde no se paga, a menos de que se tenga una carretera en buenas condiciones.

La ley también prohíbe el peaje en carreteras existentes y deja que se pueda poner peaje solo en carreteras nuevas y cuando exista una vía alterna para llegar al destino. Este artículo es clave para que no se tenga oposición a los proyectos y ayudaría a que pasemos de 17,440 kilómetros de red vial a 37,900 kilómetros en diez años. Esto significa pasar de lo que construimos ahora, que son apenas 215 kilómetros nuevos por año, a tener 2,000 kilómetros nuevos por año de infraestructura vial.