Jus soli
Algunos países ya no otorgan la nacionalidad ipso facto a los nacidos en su territorio.

En 1868, la 14a. Enmienda de la Constitución de EUA otorgó la nacionalidad a los nacidos en el país, o jus soli. En especial, beneficiaba a los hijos de esclavos importados, en contra del fallo de la Corte Suprema de Justicia, que lo prohibía. En el 2014, el Congreso nombró ciudadano honorario a Bernardo Gálvez (*1746 +1786), el líder militar español, quien, igual que el francés marqués de Lafayette (*1757+1834), contribuyó con hombres y medios a la lucha de Washington por la independencia. De 1820 a 1900 inmigraron más de 20 millones, principalmente europeos; y de 1901 a 1930 llegaron 28 millones. En el 2000 se estimó que había 40 millones de migrantes. En esos números están los abuelos paternos del actual presidente, Donald Trump, nacidos en Alemania, y su abuela materna, en Escocia.
Estados Unidos escoge patrocinar el congelamiento conservador en lugar de la innovación libre.
Se consideraba que los nacidos en ese país se formarían en los valores norteamericanos, como se demostró en las guerras del siglo pasado, cuando defendieron la soberanía y grandeza nacional. Al incrementarse la peligrosidad de las armas, no es necesario contar con ciudadanos dispuestos al sacrificio patrio. No es la fuerza de la masa la decisoria militar, sino los medios bélicos tecnológicos, aunque los rusos sigan utilizando la moledora de carne en Ucrania.
Los europeos, para controlar la sustitución de la población, restringieron el jus soli. Los hijos de extranjeros nacidos en Alemania necesitan el Niederlassungserlaubnis, tamaña palabrota para indicar la necesidad de ocho años de residencia autorizada permanente de padres e hijos. En Suecia son cinco años; en Noruega, siete años; en Dinamarca, nueve años, y así. No sirve, pues, como en Francia: se forman barrios con un orden social organizado por la idiosincrasia musulmana.
A inicios de año, Trump decretó la negativa del jus soli de inmigrantes sin autorización de estancia permanente. Se objetó de inmediato, pero el 27 de junio del corriente, la Corte Suprema permitió que en 28 estados se mantenga esa disposición, pues no se impugnó. La Oficina del Censo señala al 2045, cuando los White, Anglo-Saxon, Protestant (Wasp) dejarán de ser mayoría demográfica. En ese año, la primera minoría serán los llamados hispanos. De mantenerse la prohibición, los inmigrantes irregulares no se sumarán, pero la tendencia por el crecimiento natural de la población se impondrá.
El pensamiento iniciado con la independencia norteamericana es una tendencia dominante en el continente. La adhesión al orden republicano, la división de poderes, el respeto a las libertades y la democracia es general.
Los dirigentes estadounidenses estaban orgullosos de ser el crisol de culturas, pues incorporaban a los recién llegados. La isla Ellis, en Nueva York, era el primer momento de incorporación: medidas sanitarias, conferencias sobre los valores y cultura, una pequeña orientación para ubicarse laboralmente y la documentación generalizada. Hubo sendas instalaciones en la Angel Island, de California; El Paso, Texas; en Boston y Baltimore. Luego, existía el reclutamiento militar y un orden policial estricto. La economía crecía. Hubo autoritarismo, pero se consiguió el bienestar generalizado. También había sentido moral y aprecio religioso, quizás exagerado, pero al final se consiguió una conducta respetuosa y apegada al derecho entre la mayoría de la población.
Ni sueño ni proyecto, EUA está en decadencia. Hoy prima la envidia contra los trabajadores incansables, quienes aceptan cualquier trabajo remunerado, pues consideran a todo salario como signo de dignidad. Y, al final, saludan la bandera y cantan el himno como si fueran propios.