SI ME PERMITE

La Biblia es un libro que hace la diferencia

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“La existencia de la Biblia como un libro para el pueblo es el mayor beneficio que ha experimentado la raza humana”. Emmanuel Kant

Considerando que agosto es mes de la Biblia, podemos reflexionar lo que la historia nos registra de este libro y algunas particularidades del cómo llegó a nosotros en estos días.

Hay que entender que lo que la historia registra tiene capítulos, algunos gratificantes y otros algo desagradables por la natural intolerancia que el ser humano maneja en cada generación. Pero no es para emitir juicio, sino simplemente para aprender de la historia y no repetir lo desagradable y poder fortalecer las vivencias positivas que queremos experimentar en nuestros días.

En el caso de nuestra Guatemala, hay un personaje muy interesante por algunos perfiles que lo describen como aventurero y emprendedor. Nos referimos a Federico Crowe, un joven británico que llegó a nuestro país buscando nuevos horizontes. Cuando observó la cantidad de niños pobres que no sabían leer ni escribir, se propuso ayudarles. Abrió una escuela en una casa con un grupito de veinte muchachos.

Además de las otras materias, usó el Nuevo Testamento para enseñarles a leer. Los padres estaban felices del avance de sus hijos, pero la Biblia era prohibida tenerla y leerla en esa época. Crowe fue obligado a cerrar esa escuela, pero abrió otra en una casa particular. Fue obligado a cerrar esa escuela también, abrió otra, y luego otra.

La época de intolerancia que se vivía en esos años creó conflictos, al extremo que Federico Crowe fue expulsado en 1846, pero la semilla había sido sembrada.

Cuando entendemos lo formativo debería leerse no para marcar perfiles religiosos y crear criterios comparativos de creencias, sino asimilar las normas de vida que el libro contiene para el cambio de la modalidad de vida que vivimos, para el bien propio en primera instancia y luego para los que nos rodean en nuestro diario vivir.

Es esencial saber compartir la Biblia para que los demás no solo la tengan, sino que formen el buen hábito de leerla para aprender de ella cómo vivir y como convivir con los que nos rodean día a día en cualquier ámbito en el que nos desenvolvemos.

' El uso y lectura de la Biblia debe trascender todo marco religioso para que su eficacia sea real.

Samuel Berberián

Es muy interesante ver como muchos ven la Biblia como un libro religioso, cuando en su primera instancia es un manual que nos instruye para poder tener cambios en nuestra vida y en nuestros hábitos. Cuando se limita la Biblia a un libro religioso se le priva de su valor real que es un manual para una vida recta y provechosa. Tiene suficientes ejemplos de los que vivieron ignorando sus normas y el triste final que tuvieron, pero también hay suficientes ejemplos de aquellos que alinearon su vida a las normas que la Biblia contiene y pudieron hacer la diferencia en sus días, además de ser ejemplo para los que la leen.

Es fácil entender que muchos cargan una Biblia de buen tamaño en sus manos, pero eso no implica que asimilan su contenido para que sus vidas cambien. Es como aquel que en la bolsa de su saco carga la medicina, pero como no la ingiere poco provecho hace en el frasco y en el bolsillo. Por otra parte, los que alinean sus vidas a las enseñanzas de la Biblia se hace evidente cuando se les trata.

El reto para hoy es si habremos de tener una Biblia y por leerla los que nos rodean podrán sin ninguna dificultad percibir el bien que ha hecho en nuestra vida diaria.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.