ESCENARIO DE VIDA
La Cadena Volcánica en la mira
Esta vez mi gira es por Totonicapán, Chimaltenango, San Marcos, Sololá y Quetzaltenango
' Vivan conmigo toda la emoción que yo sentí al filmar en la Cadena Volcánica.
Vida Amor de Paz
Guatemala es la envidia de muchos países y con sobrada razón. Cuando mencionamos la Cadena Volcánica, muchos se imaginan uno, dos o tres volcanes, pero en Guatemala contamos con 36 volcanes, y tres de ellos activos: el de Pacaya, el de Fuego y el Santiaguito, que de igual forma adornan nuestro paisaje.
Con una vista espectacular de los volcanes rumbo a Santiago Atitlán, escribo este artículo, inspirándome en el contorno de las maravillas que nos ofrece nuestro país. Esta vez mi gira es por Totonicapán, Chimaltenango, San Marcos, Sololá y Quetzaltenango, para documentar varios proyectos que el Fondo para la Conservación de Bosques Tropicales (FCA) le ha venido financiando a organizaciones de la sociedad civil a través del administrador, “Fundación para la Conservación en Guatemala” (FCG).
Los protagonistas son personeros de diferentes organizaciones, como el grupo de Tuleros, Adeccap, Asociación Vivamos Mejor, Catie, Adecca, Tikonel, Helvetas, Asociación Parcialidad Indígena Chuamazán, Adesi y Adipo, entre otras. En Santa Clara La Laguna nos entrevistamos con el alcalde Francisco Chavajay, y en Totonicapán, con Santos Norato, asesor del alcalde Luis Herrera, por sus proyectos de conservación y recursos naturales.
Descubrí que entre las acciones de rescate al Lago de Atitlán está la reforestación de 63 kilómetros de tul que sirve de filtro a los contaminantes. El tul contrarresta, además, la cianobacteria, siendo también el lugar donde anidan cantidad de especies de aves migratorias. En Sololá me encontré con asociaciones de leñadores que hicieron una transformación para convertirse en “protectores del bosque”.
Subiendo el Volcán de Acatenango pude comprobar la seguridad que existe para evitar los asaltos en esta actividad ecoturística, pues, a diferencia de otros volcanes, la Municipalidad de Acatenango y las comunidades se involucran en la prestación de sus servicios turísticos. El senderismo fue nuestro constante acompañante en el parque Rey Tepepul, donde el bosque nuboso nos brindó la magia y la esperanza de ver especies endémicas y hasta nuestra ave símbolo, el quetzal.
Caminando por las parcelas de Chimaltenango, Adecca estuvo pendiente de que conociera la restauración de recursos naturales en comunidades indígenas kaqchikeles del municipio de Tecpán. Y en Sololá, la Asociación Vivamos Mejor se encargó de mostrarme cómo logran fortalecer el corredor biológico de la Reserva de Usos Múltiples de la Cuenca del Lago de Atitlán con cientos de hectáreas reforestadas a través de incentivos forestales del Inab.
Al llegar a Totonicapán fue un regalo visitar el Parque Ecológico Comunitario Chajil Siwán, manejado por la Asociación Parcialidad Indígena de Chuamazán, que está localizado en el km 199, carretera a Quiché, y a tan solo 7 km de Totonicapán. El parque está lleno de sorpresas, pues cuenta con canopy, enormes columpios para niños y adultos, salón ambiental y centro de convenciones, además de sus senderos, un bello puente colgante y vistas panorámicas del bosque de pino y pinabete que nos quitan el habla. En este proyecto también ha venido participando la Asociación Helvetas y Care, desde el 2009, y, últimamente, con el financiamiento de Pequeñas Donaciones del FCA se ha logrado agregar otros atractivos al parque.
Los retos no terminan para quienes desean continuar con el esfuerzo de hacer una Guatemala mejor, pero con el FCA-FCG se está logrando. Y así culmino mi relato para motivarles a que vean y vivan conmigo toda la emoción que yo sentí al filmar en la Cadena Volcánica, siendo parte de las regiones más biodiversas del mundo.