CON OTRA MIRADA
La comisaría 74 de la PNC
En las elecciones generales de septiembre de 2011, el Partido Patriota ganó la Presidencia, algunas diputaciones y alcaldías para el período 2012-16. Durante esa etapa se empezó a construir la sede de la comisaría 74 de la Policía Nacional Civil, en La Antigua Guatemala. Como es usual en la administración pública, las obras, si bien necesarias, no siempre son resultado de su adecuada planificación; responden a intereses de otra naturaleza, por lo que la corrupción ya no sorprende a nadie.
' El dinero malgastado es despreciable ante el beneficio que se obtendrá con esta propuesta.
José María Magaña
La histórica ciudad cuenta con una ley específica para su protección, dictada en 1969, que creó el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala. Por su naturaleza e importancia cultural, la ley estableció que la máxima autoridad —el Consejo— esté integrado por cuatro profesionales especializados en arquitectura, conservación, arte e historia, presidido por el alcalde, como máxima autoridad civil. Asimismo, le impuso redactar su Plan Regulador y someterlo a la aprobación de la Municipalidad para su aplicación. Eso sucedió en 1974.
A pesar de la existencia de ese instrumento técnico-legal, el crecimiento urbano, infraestructura, movilidad y servicios de la ciudad ha obedecido a la arbitraria presión del mercado, ajeno a su impacto en el entorno y calidad de vida de los barrios en donde suelen ubicarse oficinas públicas, con negativas consecuencias, particularmente en términos de cambio de uso del suelo, demanda de estacionamientos y alteración de la tranquilidad del vecindario. Ese es el caso de la comisaría 74, que alguien decidió construir al pie del cerro El Manchén, sobre la calle del mismo nombre, que conecta los barrios Candelaria, La Merced, San Sebastián y Manchén, lo que definitivamente fue un error.
Se trata del paso perimetral del transporte extraurbano y continuo flujo vehicular de salida de la ciudad hacia otros barrios y municipios (San Felipe de Jesús y Jocotenango, respectivamente), por lo que el caos que provocará el funcionamiento de esa estación policíaca será enorme.
Su ubicación, en terreno municipal, fue inteligentemente condicionada a dejar libre la prolongación de la 4ª avenida norte, medida de fachada a fachada de las casas existentes, en donde oportunamente propuse construir el Ascenso Monumental al Mirador de La Cruz. Por razones legales, en 2015 el proyecto fue abandonado con el techo a medio construir, quedando a merced de los medios y la depredación.
Hoy, el diputado Julio César Ixcamey, uno de los tres representantes de Sacatepéquez, con la buena voluntad que lo caracteriza, intenta recuperar la obra y buscar la manera de concluirla. Su iniciativa es meritoria.
Sin embargo, llamo su atención sobre la trascendencia de su trabajo legislativo en bien de la ciudad, en su calidad de Patrimonio Mundial, invitándole a reconsiderar la idea de concluir ese proyecto por las razones expuestas. Así como a tomar en consideración la importancia del proyecto de la escalinata enunciada, con relación a lo valioso que ese terreno es para la ciudad, en contraposición a la equivocada ubicación de la Comisaría.
En función de esas características y la necesidad de recuperar la calidad del uso del suelo de los barrios circundantes, sería más provechoso instalar ahí servicios concomitantes con el ascenso monumental propuesto, junto a los beneficios derivados para la comunidad, en términos urbanos, turísticos y culturales.
Reubicar la comisaría 74 es asunto de la planificación del territorio, en función de su naturaleza y necesidades en el largo plazo. El dinero malgastado en ese proyecto es despreciable ante el beneficio que se obtendrá con el desarrollo de esta propuesta.