Meta humanos

La construcción del sueño guatemalteco

¿Existe realmente el sueño guatemalteco?

¿Existe realmente el sueño guatemalteco? ¿Podemos imaginar un país donde los jóvenes no vean la migración como la única salida? Guatemala está en un punto de quiebre: o seguimos perdiendo talento o nos decidimos a construir un futuro en el que los jóvenes sean protagonistas del cambio. No podemos permitir que la falta de oportunidades continúe arrebatando sueños y forzando a miles a abandonar su hogar.

¿Qué Guatemala queremos construir? Una donde los jóvenes no tengan que irse para acceder a una mejor vida.

Soy una joven que ha tenido el privilegio de acceder a oportunidades que me han permitido desarrollarme. Pero sé que esta no es la realidad de todos. Más del 60% de la población guatemalteca es joven, pero el sistema no está diseñado para aprovechar su talento. ¿Cómo se supone que construiremos el sueño guatemalteco si la mayoría de nuestros jóvenes enfrentan pobreza, educación deficiente y un mercado laboral sin oportunidades reales?

Cada año, miles de jóvenes intentan cruzar la frontera hacia Estados Unidos. No lo hacen solo por buscar mejores condiciones de vida, sino porque el sueño guatemalteco, para muchos, parece una ilusión. Pero, ¿y si en lugar de huir lo construimos? ¿Si en vez de conformarnos con lo predecible, nos adueñamos de nuestro futuro y transformamos el país desde adentro?

Para lograrlo, la educación debe ser nuestra mayor apuesta ¿Cómo podemos hablar de progreso si la mayoría no tiene acceso a herramientas para competir en un mundo globalizado? Necesitamos educación de calidad, acceso a tecnología y vínculos entre la academia y el sector laboral. No basta con aprender, hay que aplicar. ¿Por qué no fomentar más espacios donde los jóvenes puedan innovar, emprender y generar impacto real?

El empleo también es clave. Hoy, más del 70% de la población trabaja en la economía informal, sin estabilidad ni derechos laborales. ¿Cómo pueden los jóvenes proyectar un futuro aquí si no tienen garantías? Necesitamos generar oportunidades laborales dignas que valoren el talento de la juventud y promuevan su crecimiento profesional dentro del país.

El sueño guatemalteco también depende de la tecnología. En un mundo digitalizado, quien no accede a herramientas digitales está condenado al rezago. ¿Por qué no convertir a Guatemala en un centro de innovación donde la juventud lidere la transformación digital del país? ¿Por qué no aprovechar el bono demográfico para acelerar la transformación del país en todos los sentidos?

Pero este sueño no lo construye solo el gobierno, ni las empresas, ni las ONG. Es una tarea de todos. ¿Y si dejamos de centrarnos en nuestras diferencias y trabajamos juntos en lo que nos une? ¿Si promovemos la cooperación en lugar de la división? La clave está en fomentar una cultura de participación, creatividad y acción teniendo claro que la juventud nos necesita hoy.

Los jóvenes no somos el futuro de Guatemala. Somos su presente. ¡Estamos aquí hoy! Cada uno de nosotros tiene el poder de transformar el país, de construir algo mejor. Pero necesitamos las herramientas para hacerlo. Si nos quedamos de brazos cruzados, si no exigimos oportunidades, si no nos atrevemos a desafiar lo establecido, el sueño guatemalteco seguirá siendo solo una idea lejana.

¿Qué Guatemala queremos construir? Una donde los jóvenes no tengan que irse para acceder a una mejor vida. Una donde la educación, el empleo y la innovación sean pilares del progreso. No permitamos que la fuga de cerebros siga desangrando al país. Es momento de actuar, de exigir, de crear. Si no lo hacemos, estaremos perdiendo no solo talento, sino la oportunidad de transformar Guatemala.

“Si los jóvenes tienen oportunidades, Guatemala tendrá un futuro. Si nos adueñamos de nuestro destino, seremos los arquitectos del sueño guatemalteco”.

ESCRITO POR:
Meybel Amaya
Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, con especialización en Migración, Abogacía Comunitaria. Además, formación en Gobierno Abierto y Derechos Humanos

ARCHIVADO EN: