La Costa del Tesoro con sus Secretos Mejor Guardados
Los verdaderos tesoros no siempre son de oro: a veces son historias, paisajes y memorias.

Este 4 de julio, mientras los cielos de Estados Unidos se iluminan con fuegos artificiales conmemorando la independencia de esta nación, yo celebro también el privilegio de estar aquí, recorriendo con mirada curiosa y alma periodística uno de sus rincones más fascinantes: la Costa del Tesoro de Florida, una joya histórica y natural aún desconocida para muchos latinoamericanos.
El Galeón español se hundió en 1622 y Mel Fisher lo encontró en 1985, volviéndose multimillonario.
Ubicada entre los condados de Indian River, St. Lucie y Martin, esta franja costera lleva el sugestivo nombre de Costa del Tesoro, no por capricho, sino por los legendarios naufragios de la flota española de 1715, cuyos barcos repletos de oro y plata descansan aún en el fondo del Atlántico. Tesoro perdido para algunos, pero rescatado para aventureros modernos como Mel Fisher, el más famoso cazador de tesoros de América, cuya historia apasionante revive en el Museo del Tesoro de Mel Fisher. Allí se nos muestran los tesoros encontrados en el Galeón Nuestra Señora de Antocha, que se hundió en 1622, y después de 16 años de incesante búsqueda, Mel Fisher lo encontró en 1985 bajo el mar, volviéndose multimillonario. Pero la Costa del Tesoro está más asociada con una flotilla que naufragó en 1715 conteniendo piezas de oro y plata, en las playas de Fort Pierce y Jupiter, Florida, aunque nada comparado con lo encontrado en el Galeón Antocha. Aún hay muchos que buscan fortuna en estas playas, buscando monedas antiguas, y, con aparatos especiales, se pasean por las playas para detectarlas, pues pueden llegar a valer miles de dólares.
Pero esta costa no solo guarda oro en el mar, sino también joyas naturales que deslumbran al visitante. Bathtub Beach y Sea Turtle Beach, con sus aguas serenas y arena blanca, ofrecen un refugio de paz y biodiversidad. Y si uno quiere escuchar los susurros del pasado, basta con visitar la House of Refuge, una histórica estación de rescate marítimo que hoy se mantiene como guardiana de memorias centenarias y espectaculares vistas al océano.
En mi recorrido también he explorado los senderos del Jonathan Dickinson State Park, hogar de manglares, ríos y especies nativas; y el enigmático Blowing Rocks Preserve, donde las olas del mar estallan contra acantilados de coquina, creando un espectáculo natural único en Estados Unidos.
Este reportaje lo llevo en mi corazón, no solo como una periodista, sino como una narradora de historias que busca puentes entre culturas. Por eso, busco producir mi nueva serie Los secretos mejor guardados de la Costa del Tesoro, una producción bilingüe que será transmitida por Guatevisión, DISH, DirecTV, YouTube y plataformas digitales, con subtítulos en 10 idiomas.
La serie también presenta espacios emblemáticos como los jardines botánicos de McKee, además de la tranquilidad escondida de los Port St. Lucie Gardens. Esperamos contar con la valiosa colaboración de la Oceanographic Society y del Sea Grant, instituciones que promueven la investigación, la conservación marina y la educación ambiental en esta región.
Hoy, desde esta tierra que celebra su independencia y su diversidad, invito a mis lectores a soñar, viajar y redescubrir el espíritu de exploración que nos hermana. La Costa del Tesoro no solo es un destino, y aunque muchos añoran el oro, también es un recordatorio de que los verdaderos tesoros no siempre son de oro: a veces son historias, paisajes y memorias por construir para quienes decidimos internarnos en la exploración. Invito a mis lectores a no perderse mis programas televisivos, muchos ya subidos a YouTube. Hoy verán el Sea Quarium de Miami, a las 9:30 pm, por Guatevision.