CON NOMBRE PROPIO

“La culpa es de la ley”

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Elizabeth Quiroa, viceministra de Salud Pública entrevistada ayer en ConCriterio, al ser consultada sobre el motivo por el cual los médicos contratados para el hospital provisional del Parque de la Industria llevan dos meses sin salario indicaba que los requisitos legales son muchos y que la burocracia así funciona; en consecuencia, debe cambiarse la ley si se quiere agilidad. Luego Adríán Chávez, exviceministro también de Salud, señalaba que para el personal temporal no se requiere tanto tiempo para su contratación, por lo que, con voluntad, el procedimiento podría haber sido de días.

No podemos esperar que la pandemia se combata por apóstoles o quijotes. Los médicos y el personal de salud necesitan y tienen derecho a su salario, sobre todo cuando la economía está como está, y señalar que “la ley” es la responsable de los atrasos es bárbaro. Los requisitos de ley se resuelven con un trabajo administrativo serio. Si el atraso es así con el pago de los médicos, basta imaginar cómo funcionarán los bonos a decenas de miles de empleados cesados que corresponde al Ministerio de Trabajo. Señalar que “porque es difícil cumplir los requisitos” no se pagan sueldos es un argumento que esculpe el nivel de respeto que tenemos hacia el derecho ajeno, y si a esto le sumamos la desastrosa alimentación del personal, evidenciada en redes sociales, debemos prever que la cosa no viene nada bien.

' No podemos esperar que la pandemia se combata por apóstoles o quijotes. Los médicos y personal de salud tienen derecho a salario.

Alejandro Balsells Conde

En nuestro país hemos caído y a la vez hemos hecho propio el discurso de que “la ley es la responsable del desastre”, al hablar del sistema de justicia, la Ley de Comisiones de Postulación; al señalar los trinquetes de plazas fantasma, la Ley de Servicio Civil; al comentar los compadrazgos en compras y contrataciones en el Ministerio de Desarrollo o Comunicaciones, la Ley de Contrataciones; al ver los abusos y corrupción de los sindicatos de Educación y Salud, el Código de Trabajo; al evidenciar a los caciques llamados alcaldes, el Código Municipal. En fin, la lista es interminable. No puede un país medio funcionar cuando el mejor pretexto para excusar su propia ineficiencia es el cumplimiento de la ley. Además, es peor cuando el imaginario colectivo adopta el sambenito de que si cumplo con la norma seré ineficiente.
No cabe duda, hay leyes absurdas, las leyes más importantes son sacralizadas para no ser reformadas y muchas veces los criterios con que se emiten los reglamentos condicionan aún más el efectivo cumplimiento de la norma; sin embargo, el Ejecutivo o el sistema Judicial no pueden quejarse ante sus ciudadanos del cumplimiento legal para excusar sus atrasos. Además, ellos mismos tienen la prerrogativa de presentar iniciativas de ley y es su responsabilidad no empujarlas cuando como caso extraordinario debe reformarse la norma.

En cualquier sociedad exitosa existe un vínculo entre su sociedad y su sistema jurídico. Si en Guatemala, tanto quien está en el sector público como quien está en el sector privado señala que su éxito se debe a su capacidad de evadir el mandato legal, construimos un ambiente de desigualdad, discordia y creamos surcos para sembrar violencia.

Sin duda alguna, nuestro país requiere de cirugía mayor en varias áreas legales; de esto no hay duda, pero de eso a que porque “debe cumplirse con la ley” un médico con la carga de atender la emergencia sanitaria más grande del planeta debe quedar dos meses sin salario hay un abismo monstruoso y constituye algo que, desde ninguna perspectiva, puede aceptarse.

La coordinación entre los ministerios corresponde al vicepresidente, así que ya es hora de asumir las obligaciones porque quienes están en primera línea carecen de salario por dos meses, por “cumplir la ley”.

ESCRITO POR:

Alejandro Balsells Conde

Abogado y notario, egresado de la Universidad Rafael Landívar y catedrático de Derecho Constitucional en dicha casa de estudios. Ha sido consultor de entidades nacionales e internacionales, y ejerce el derecho.