SI ME PERMITE

La educación es voluntad antes que recursos

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“La actual filosofía de la educación tiende a desacreditar el esfuerzo”. Abraham Flexner

Seguramente muchos de nosotros conocemos personas que se pueden definir como autodidactas por el simple hecho de que no han tenido la oportunidad de ir a una institución para estudiar y que por su propio esfuerzo o posiblemente por la guía de alguien han salido adelante. Este esfuerzo evidentemente nace en la voluntad y en la determinación de cada una de ellas.

' La simple presentación de estudiante no define el alcance que tendrá al concluir los estudios.

Samuel Berberián

Además, tenemos a muchos que conviven en nuestro derredor y que se les ha ofrecido una oportunidad para poder tener un estudio, pero lo han menospreciado porque no ven la necesidad para ello. Claro está que difícilmente podrán comprender que la educación es una herramienta que abre puertas para poder progresar; por ello la voluntad y la determinación son los ingredientes esenciales para la educación.

Quizás tenemos la vivencia de haber conocido a personas que recuerdan cuando se les ofreció una oportunidad para estudiar y no la aprovecharon, y sin duda en el momento que están viviendo no pueden regresar a estudiar. Por esto podemos entender la diferencia que hay en que lo manden a estudiar o que uno vaya a estudiar, porque si me mandan voy, pero que aproveche y capitalice el estudio es otra cosa completamente diferente.

En la vida, los que cuentan con autodeterminación, porque es parte de su formación o asimilación posterior, logran cosas que para muchos se puede definir como imposibles, pero cuando se les usa de forma apropiada dejan dividendos que pueden en la vida hacer la diferencia.

Toda invitación y oportunidad, en particular en la educación, es algo que se prueba porque uno está expuesto a aprovecharla. La simple figura de que a un alumno lo inscriban a cierto programa no indica que la persona estará aprovechando y asimilando lo que se está enseñando en el tiempo presencial del estudio, y mucho menos en lo que se le asigna en las tareas, las cuales tienen un solo objetivo, que es aprender y ejercitarse para seguir aprendiendo.

Lo volitivo de la educación es evidente, no es simplemente estar en un programa y sacar la tarea, sino ir asimilando todo lo que se está exponiendo, lo que posiblemente en ese momento no es de interés pero al tiempo puede hacer la diferencia.

Por ello el estudio no es simplemente un proceso de informarse de lo que otros saben, sino es algo que lo forma a uno al modo que llega a ser parte de uno mismo porque en lo que somos y hacemos dejamos ver lo que sabemos porque lo hemos aprendido, y por ello nos identifica.

La auténtica educación es un constante iniciar e incursionar en algo que antes no se sabía pero ahora estamos conscientes de que hay mucho más. Depende de nuestra voluntad si habremos de profundizar en lo que se nos ha introducido o nos quedaremos con la simple introducción.

Viendo nuestro derredor y con los que tratamos a diario podemos concluir que la necesidad y la escasez pueden ser para muchos un estado para quejas y desdicha, y solo toman el tiempo para lamentar y observar a otros que pueden y ellos no. Pero si cambiamos la perspectiva, serán los mejores aliados que nos insten y nos motiven para estudiar más, no para alcanzar un estatus o nivel social, sino para que no tengamos que seguir en lo mismo y cambiar nuestro mundo para bien.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.