Aunque en Guatemala el 2023 se considera como el próximo “año electoral”, resulta que este año se han juntado muchas elecciones importantes y que pueden tener mucha trascendencia para el país. La más cercana y notoria es la del fiscal general y jefe del Ministerio Público, pero también se deben llevar a cabo otras como la del rector de la Usac, la del procurador de los Derechos Humanos, la del contralor General de Cuentas y, ahora, hasta la de uno de los magistrados de la Corte de Constitucionalidad.

Sin embargo, también hay otras elecciones a las que poca atención se les pone pero que pueden ser tan trascendentales o más que algunas de las ya mencionadas. Es el caso de la elección de los directores de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), que, al igual que en el caso del fiscal general, la decisión final depende del presidente.

¿Por qué es importante la CNEE? Es el “ente” regulador del sistema eléctrico nacional, que es uno de los pilares en los que está basado el funcionamiento de la Ley General de Electricidad (LGE). Aunque en su momento no estuve del todo de acuerdo con la ley —hay algunas aristas que se pudieron mejorar—, debo reconocer que el modelo planteado ha funcionado bastante bien a lo largo de los últimos 25 años. Al grado de que ha sido la base para atraer más de USD10,000 millones de inversiones al sector eléctrico del país. Para ponerlo en contexto, las Inversiones Extranjeras Directas (IED) en el país oscilan en alrededor de los USD1,200 millones anuales, lo que quiere decir que las inversiones que se han hecho en el sistema eléctrico nacional equivalen a entre 9 y 10 años de IED.

De muy poca inversión que había antes de la LGE ahora hay más de cien empresas generadoras, casi una decena de empresas transportadoras de energía, una veintena de empresas distribuidoras, una veintena de empresas comercializadoras y cerca de mil grandes usuarios de energía eléctrica. Todo ello ha permitido que se desarrolle un mercado eléctrico muy importante en el país, que se ha vuelto un ejemplo para el resto de Latinoamérica.

La inversión ha sido tanta que ahora hay una capacidad instalada que cubre casi el doble de las necesidades actuales en el país, lo que permite que haya oferta suficiente no solo para exportar electricidad, sino también para que haya suficiente energía disponible para cualquier industria que se quiera instalar en el país. Lo que también ha redundado en que los precios de la energía eléctrica en el país hayan pasado de ser de los más altos de la región a estar entre los más bajos, lo que, a su vez, contribuye a hacer más competitivas a las empresas del país.

Pero para que todo eso se haya dado, primero fue necesario el marco jurídico adecuado, y luego que los diversos integrantes del sistema, como la CNEE y el Administrador del Mercado Mayorista (AMM) funcionen de manera adecuada. Y para ello es imprescindible que las personas seleccionadas para dirigirlos sean las adecuadas, que trabajen de manera técnica, y no políticos que lleguen a ver qué provecho sacan.

Lo que nos regresa al proceso de selección de directores. En el caso de la CNEE, justo ahorita está en ese proceso. Desde finales de febrero se inició el proceso de selección de las tres ternas de candidatos que se le deben presentar al presidente. Una terna es propuesta por los rectores de las universidades del país, otra es propuesta por el Ministerio de Energía y Minas y una tercera terna de candidatos es propuesta por los agentes del Mercado Mayorista. Ese proceso culmina precisamente hoy, que es cuando se le deben presentar las ternas al presidente, quien tiene hasta el 28 de mayo para seleccionar a quienes dirigirán la CNEE los próximos cinco años. Esperemos que haga una buena elección y el país pueda seguir siendo ejemplo para la región.