REGISTRO AKÁSICO

La mano extendida pidiendo cacao

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Lo peor es ser un malagradecido. Buscar dobles intenciones, también refiere un espíritu mezquino. Frente a un regalo, conviene aceptarlo con un reconocimiento de la generosidad. También vale olvidar el pasado. Cuando en el 2013, EUA regaló 148 vehículos todo terreno J8, se mencionó su mal uso al patrullar la capital, por la misma embajada de ese país. Cierto, unos pasaron enfrente de la Cicig y se dijo era para intimidar a tan egregios fiscales. Hasta una congresista de EUA, de origen guatemalteco, exigió su devolución. Pero el pasado, es el pasado.

' ¿Se tendrá algún día equipamiento y un programa de investigación científica para la defensa?

Antonio Mosquera Aguilar

Estoy orgulloso de recordar las maneras como Estados Unidos y Guatemala trabajan juntos para mejorar la seguridad y bienestar de la ciudadanía, dijo el embajador William W. Popp. Recordó el apoyo en salud y construcción de escuelas por los conscriptos norteamericanos. En fin, lo que se desea es efectividad en los desplazamientos para preservar fronteras y control del trasiego de drogas.

Para ello, a la segunda, tercera y quinta brigadas de infantería, comisionadas en Jutiapa, Zacapa y Huehuetenango, se les entregó 95 vehículos equivalentes a US$4.4 millones, por la Oficina de Cooperación en Seguridad del Pentágono, en ejecución del programa para creación de capacidades de los aliados. Se trata de una flota de motocicletas Suzuki, unos bonitos todo terreno Hilux y otros doble cabina picop Land Cruiser, todos de marca Toyota. También se incluyó camiones Hino de 5 y 12 toneladas. Como se advierte, se adquiere lo adecuado; a diferencia de otros países que exigen la compra de sus marcas nacionales. La entrega se realizó en la Base militar Mariscal Zavala, al Ministro de la Defensa Nacional, general de división Henry Reyes Chigua.

Mientras tanto, por andar de bocones, hubo un ciberataque contra las comunicaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores. Los programas de defensa en informática, todavía están en fase preparatoria y no se tiene la capacidad de neutralizar esas intromisiones destinadas a la destrucción maliciosa de los servicios en internet, por autores del extranjero. Hasta comprar computadoras es un problema para la unidad encargada en el ámbito militar, no digamos máquinas y programas de análisis combinatorio o de establecimiento de direcciones de envío, para conocer el origen de los ataques. ¿Hay coordinación civil, bancaria, en materia de defensa informática?

No hay un programa de investigación científica en defensa, salvo sea un secreto militar. Tampoco, se promueven acuerdos con universidades y centros tecnológicos para desarrollar rutinas de protección, medios de transporte marítimo y fluvial, inventario de recursos estratégicos etc. No se compra el patrullero Metal Shark Defiant 85, financiado por EUA para la armada nacional. Por aparte, no existen planes para conseguir una nave de investigación oceanográfica, mientras en los países vecinos, se tienen las propias.

La adquisición de un dron o vehículo aéreo no tripulado, fue objeto de vociferantes objeciones. Cuando es indiscutible el abaratamiento de la vigilancia fronteriza, especialmente marítima. Además, los últimos choques armados en la Península Arábiga o Armenia, Azerbaiyán y, en especial, la guerra de Ucrania, ha demostrado la necesidad de tener un alto dominio sobre estos aparatos, tanto para garantizar la defensa como para precaverse de ataques por los llamados drones suicidas. Diseño y planeación futura de drones, es ciencia ficción.

Si se considera que la generosidad de otros, va a excusar la necesidad de diseñar la propia defensa y preparación para mitigar desastres, se está muy equivocado.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.