SI ME PERMITE

La oportunidad no debe sacrificar mis normas

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“Para llevar a cabo cualquier cosa, uno debe tener normas. Nadie ha hecho todavía nada sin ellas”. Motsé

Existen algunas personas que posiblemente tengan el criterio para la vida de que cuando se presentan las oportunidades hay que saberlas aprovechar porque estas no siempre están al alcance de uno. Posiblemente tenga algo de verdad en ello, pero por el otro lado también es una gran verdad que nuestras vidas están regidas por normas y principios, los cuales no se deben perder de vista cuando se nos presentan oportunidades que parecen de mucho beneficio.

' Cuando mis normas son claras y definidas, sin duda habrán de determinar con quiénes escojo estar.

Samuel Berberián

Debemos aceptar con toda determinación que algunas oportunidades son de un carácter muy relativo, dependiendo de con qué perfil lo estamos evaluando. Posiblemente sí se nos presenta como algo muy favorable, pero cuando nos detenemos y lo evaluamos con mayor detalle, podemos fácilmente concluir que aparentemente es una oportunidad, pero a largo plazo no lo es. Si tenemos la suficiente madurez y determinación, habremos de hacer a un lado la oferta.

Es un principio que no debemos pasar por alto cuando estamos tomando alguna decisión importante en algún proyecto, bien en un negocio, que las normas nunca habrán de ser algo que es negociable, sino que debemos con toda determinación entender que son de carácter absoluto, por lo que nos habrán de ayudar para que nos conozcan por nuestra postura. No debemos lamentar si en algún caso, por nuestras normas, no hemos sido tomados en cuenta o bien no nos aceptaron.

Es fácil ver cómo las normas marcan el perfil de donde se está enfocando todo lo que se planifica para el futuro y, ¿por qué no?, la imagen final que uno deja cuando termina su carrera en este mundo.

Fácilmente, cuando en alguna conversación se recuerda a alguien, tarde o temprano sale algún comentario de las normas que estuvieron rigiendo a esa persona, o bien si era una persona cuya vida no estaba enmarcada en normas y principios de seguro se habrá de describir esa parte de la vida.

Cada uno de nosotros, por ello, cuando trazamos nuestros planes, debemos tener muy presentes las normas que queremos tener en cuenta para que en todo lo que hacemos o decimos puedan de alguna manera dejarse ver.

Qué bueno cuando uno puede percibir con claridad que en el caso en que se ha propuesto vivir y actuar con normas claras y definidas en ningún momento estas serán una carga que se ha impuesto, sino todo lo contrario, son algo que a uno le interesa, y por ello se ha determinado alinearse a ellas para una constante gratificación por encima de lo que se opine de ello o a pesar de lo que aparentemente le limita para aprovechar de algunas oportunidades que se presentan.

Nunca falta quiénes se toman la libertad de cuestionarnos sobre por qué somos o hacemos lo que hacemos. Simplemente se debe afirmar que son nuestras normas y no ir al detalle, porque algunos harán el esfuerzo para persuadirnos de no ser tan exigentes con nosotros mismos, pero eso es algo que nosotros nos hemos propuesto.

Es de sabios, sin lugar a duda, trazar sus planes y proyectos enmarcados en normas, porque cuando las personas ya no están, siempre serán recordadas por el modo en que vivieron, aunque en el trayecto no aprovecharon algunas oportunidades porque no se alineaban con las normas con las cuales decidieron vivir.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.