URBANISMO Y SOCIEDAD
La sexta avenida, cerrada al tránsito
En los 80 se hizo un plan para la Cámara de Comercio, junto al Arq. Arturo Guirola, con la colaboración de entidades de tránsito de la Policía y la Oficina de Planificación Urbana Municipal. Se estudiaron los problemas de la densificación del suelo que estaban afectando la calidad histórica, formal y espacial. Dentro de los estudios sobre el centro de la ciudad de Guatemala se realizaron varios proyectos para protegerlo. Se dispuso, junto al proyecto de la Plaza Mayor, peatonalizar la sexta avenida, desde la Plaza hasta la 18 calle, como parte de los proyectos de planificación del centro.
En los estudios sobre la planificación y diseño participaron los arquitectos Eduardo Aguirre Cantero, Víctor Quan Chu y Eduardo Torres Caravantes, que trazaron los detalles de la Plaza Mayor y su zona urbana, y varios proyectos de esta zona. La zona urbana se trazó en forma rectilínea, con las calles orientadas de norte a sur y de este a oeste de la ciudad, partiendo de la Plaza, tal como eran las especificaciones urbanas históricas. La Plaza había sido utilizada durante años como parque, por influencia de la Ciudad Jardín de la Época.
Fue en 1983, durante la gestión municipal del Ing. José Ángel Lee, desde la Oficina de Planificación, donde iniciamos el estudio del proyecto de la Plaza, construyendo inicialmente los estacionamientos subterráneos para vehículos, por el problema creado por la falta de estacionamientos para el Palacio Nacional. Un lado fue para funcionarios del Palacio de Gobierno y otro para el público en general.
' Los arquitectos de la región lanzan un cambio de paradigmas y nuevos retos para habitar y convivir en armonía con el planeta.
Alfonso Yurrita Cuesta
En Guatemala no existe una cultura de planificación urbana, la cual sí existió en tiempos coloniales, cuando Juan Bautista Antonelli hizo los primeros trazos desde Plaza Mayor y a través de dos ejes. A las calles se les dio una orientación norte sur de una forma rectilínea y otra de oriente a poniente, formando manzanas llamadas cuarterones, pues formaban un cuarto de manzana. Ahora el “desarrollo” urbano se basa más en el valor de la tierra, forzando la densificación vertical, en un país con problemas sísmicos, seguridad, pobreza, emigración e inmigración, asentamientos sin planificación de usos del suelo y sin opciones de vialidad, en cantidad y calidad.
La Plaza Mayor fue el centro de toda la actividad de restauración histórica del conjunto urbano, fue uno de los proyectos más importantes, el cual, a través de la historia, ha sufrido múltiples mutilaciones. La fuente se volvió a colocar en su sitio, pues la anterior, la de Carlos III, se trasladó a la Plazuela España. Fue este proyecto el punto de partida para peatonalizar la sexta avenida hasta la plaza Gómez Carrillo. Mientras, se volvió a hacer el Mercado Central de un modo subterráneo, para aprovechar el techo como plaza, con lo que cerraban los espacios religiosos de la Catedral.
Con el objetivo de preservar el Centro Histórico de su total destrucción e integrándose al patrimonio histórico cultural artístico del contexto social y económico de la ciudad, se dedicó a la conservación, no solo de los monumentos, sino de los sitios y edificios, que son determinantes, por su valor histórico, con el fin de despertar el interés de nuestra cultura, por lo que, a la par de la Plaza, se hizo el nuevo parque Centenario, en el poniente, con la concha acústica.
El tránsito y transporte se organizaron para ofrecer un acceso rápido y atractivo en las zonas de interés del Centro, conectando los buses provenientes de otros lados con las zonas, arborizando las calles peatonales para el control ambiental.