REGISTRO AKÁSICO

Más seguridad y menos represión a migrantes

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No se reconoce el derecho humano de migrar, tampoco se respeta el imperio de la ley, pues la trata permanece impune. Existe manipulación de la población pobre, fines aviesos y una absoluta falta de humanidad expresada en asesinatos espantosos. Las primeras caravanas de migrantes centroamericanos en 2018 eran favorecidas por personajes viajando en autos agrícolas, filmados al repartir billetes y pagar camiones de carga para transporte. Así, no era una espontánea convocatoria, sino había una convergencia con intereses de contrabandistas de drogas, para desestabilizar a los regímenes políticos centroamericanos. Nunca se identificó a los mecenas de los viajeros para probar el involucramiento del crimen organizado. No se pudo establecer la trama oculta.

' Las policías de los países en la ruta de los migrantes deben garantizar la vida de los viajeros.

Antonio Mosquera Aguilar

En octubre de 2020, nuevas caravanas se organizaron, especialmente en Honduras. La campaña electoral permitió descubrir a las oficinas norteamericanas de la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE en inglés), y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (DHS), ofreciendo dinero a los transportistas.
Tampoco se profundizó en la averiguación para conocer a los dueños de las plataformas donde se agolpaban los migrantes ansiosos por alcanzar la frontera con México. Solo quedó la sospecha de una operación de falsa bandera, para incrementar la repulsa de los supremacistas blancos, con el objeto de favorecer a Trump.

Ahora, en el 2021, una nueva caravana, donde en primera fila había madres empujando cabriolas con infantes de pocos años, desafiando una barrera policial armada con largos batones. Las protestas del Ejecutivo hondureño provocan la duda sobre su involucramiento encubierto. Sabida es la sindicación hecha en mayo de 2020 al presidente Juan Orlando Hernández de favorecer el tráfico de drogas. Por lo tanto, algunos señalan su indudable deseo de provocar problemas en la política migratoria acordada entre EUA y el Triángulo Norte. Recelo originado en las arengas y protestas contra la actuación policial guatemalteca, frente al tumulto.

En un tiempo se habrán de formar nuevas caravanas para favorecer los más disímiles objetivos. Es muy fácil reconocer los mecanismos para formar grandes grupos: desempleo, oferta de una paga por encima de los ingresos locales, alimentos y hospedaje gratis en el camino. No se identifica a los pagadores para garantizar la persistencia en la marcha.

Otros más viajan en grupos con recursos propios y pago a contrabandistas de personas. No son numerosos, pero suponen un ingreso elevado para los traficantes.
La desgracia en algunas jornadas ha dejado horrorizada a la nación. El 29 de agosto de 2014, en un galpón de Tamaulipas, fueron asesinados 13 guatemaltecos, 24 hondureños, 14 salvadoreños, 5 ecuatorianos, 3 brasileños y un hindú, falta identificar a 12 cuerpos. Se culpa a pandilleros de los Zetas para dañar el negocio a la pandilla rival del Cartel del Golfo. Otros señalan un olvido de pago hacia los mencionados zetas. Se capturó al reconocido líder Z40, pero no se pudo probar nada. Se calcula en US$11 mil la tarifa por viajero. Un enganche, un pago al partir y un pago después de trabajar tres meses.

El 24 de los corrientes fueron hallados 19 cuerpos calcinados de guatemaltecos. La hipótesis señala como asesinos a pandilleros del Cartel del Nordeste, incómodos por falta de pago e invasión de terreno del Cartel del Golfo. Se evita descubrir a la red de trata que erró en el pago de aranceles mafiosos detonante de la bestial masacre. A los parientes se les pregunta de todo, menos quiénes son los polleros. El negocio puede continuar.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.