Catalejo

Milei sufre derrota en la elección reciente

El resultado puede interpretarse como “la libertad avanzó y se detuvo”.

La derrota del oficialismo en Argentina fue muy dura e inesperada para Milei, y le da fuerza a las fuerzas peronistas increíblemente aún populares. El peronismo obtuvo el 47% de los votos, 14% más de los logrados por un presidente cuya pertenencia a la política fue nada o poco planificada. Los efectos fueron inmediatos en la devaluación del peso y demostraron una vez más esa vieja verdad política de la importancia de lo económico en la vida cotidiana de los sectores mayoritarios. Pero además, un factor indudable: quienes tienen tendencias autocráticas siempre tienen resultados halagadores al principio, pero estos se tambalean pronto cuando las teorías económicas, cualquiera, se aplican al pie de la letra y sin contemplación alguna.

La derrota de Milei le puede servir para comprender la diferencia entre teoría y práctica económicas.

A mi criterio, la política y la economía tienen en común la necesidad de buscar consensos. No puede tenerse éxito en política si los planes de acción se originan del pensamiento único. Otro factor fundamental debe ser el nivel y tipo de pensamiento de quienes son invitados a participar en el proceso, como en este caso, tan difícil a causa de la necesidad de ser personas capaces de escuchar las opiniones adversas, buscando puntos de encuentro en sus posiciones, para de esa manera gobernar en base a haber logrado una síntesis de intereses y de criterios. Milei no ha buscado una posición así. Por aparte, no ha proyectado una percepción de seriedad, en un fracasado intento de ganarse popularidad en los sectores sociales donde nunca estuvo fuerte.

Los políticos alardean de su triunfo y siempre lo consideran sólido, pero en realidad no es así cuando sólo vota menos de la mitad de los empadronados. Entonces ganan por la mayoría de una minoría. Si participa más del 50%, más de este porcentaje sí es una victoria de la cual se pueden enorgullecer. En Argentina no hay obligación de ir a votar, pero sí sanciones a quienes lo hacen. En otros países, como Guatemala, el voto es voluntario y sin castigos, sistema mejor para darse cuenta de la popularidad real del sistema democrático lo cual puede señalar mejor la popularidad real de los participantes, pero al mismo tiempo cuando la ausencia es mayor del 75%, demuestra con claridad la agonía de un sistema cuyos defectos no superan a sus cualidades si se aplican legalmente.

Argentina es un gran país, con todos los motivos para ser una potencia en todos los órdenes. Y lo es, en muchos aspectos. Pero acecha la inflación y este año ha ascendido a casi el 13%, relacionado con la canasta básica. Para solucionar los problemas económicos en base a medidas gubernativas, se puede aplicar el ejemplo de bajar una escalera escalón por escalón, no lanzarse de golpe desde el segundo al primer piso. Las lecciones económicas más aplicación simplista de las bases de teorías donde no hay espacio para el consenso. Los tiempos no son buenos para este tipo de dogma.

Milei sorprendió al aceptar con calma la derrota sin colocarse una posición caprichosa, como ha actuado en muchas ocasiones. Tiene una posibilidad de enderezar el rumbo de su gobierno porque ahora todo lo tiene cuesta arriba. Está obligado porque de lo contrario se perderán en poco tiempo los avances económicos logrados, aunque sea en base al castigo de las clases medias y populares. Es una tarea gigantesca porque el peronismo en cualquiera de sus manifestaciones parece tener la capacidad de renacer o de no morir al ser una presencia amenazadora constante, y porque quienes lo han apoyado desde la llanura comiencen a abandonar el tema y nombre de su partido La Libertad Avanza. El resultado puede interpretarse como “la libertad avanzó y se detuvo”.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.