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Mutilaciones irreversibles

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La cirugía de reasignación de género en niños y adolescentes es un tema cada vez más debatido. Lo peor es que muchas organizaciones médicas y de salud mental han apoyado la idea de que los niños y adolescentes transgénero deben tener acceso a la cirugía de reasignación de género. Sin embargo, hay preocupaciones sobre la seguridad y eficacia de la cirugía irreversible en menores, especialmente en el caso de Suecia, donde se ha informado de un aumento en los suicidios entre personas transgénero que habían sido sometidas a tales cirugías.

' Es una atrocidad que mutilen a los niños en forma irreversible. Cada día las presiones aumentan.

Alfred Kaltschmitt

Los libros de Walt Heyer y Maria Keffler han criticado la práctica de la cirugía de reasignación de género en niños y adolescentes. Heyer argumenta que el cambio de género es un error y que las personas transgénero necesitan terapia para aceptar su sexo biológico en lugar de buscar el cambio de género. Keffler, por otro lado, argumenta que el cambio de sexo en niños es una forma de abuso infantil y que los niños que experimentan disforia de género deberían recibir terapia para aceptar su cuerpo biológico en lugar de buscar el cambio de género.

El caso de Suecia ha sido objeto de mucho debate. Un estudio encontró que las personas transgénero en Suecia tenían una tasa de suicidio 19 veces mayor que la población general, y que esta tasa era más alta entre las personas transgénero que habían recibido tratamiento médico, incluyendo la cirugía de reasignación de género. No se necesita ser un experto para cuestionar la eficacia y seguridad de estas atroces mutilaciones en niños y adolescentes.

Por supuesto que el mejor argumento en contra de la cirugía irreversible en niños es el hecho de que la identidad de género de una persona puede cambiar con el tiempo y que, siendo un procedimiento irreversible, puede tener consecuencias graves y permanentes para la vida de un niño o adolescente. Los suicidios en Suecia lo confirman.

Ni se diga de las preocupaciones sobre el consentimiento informado y la capacidad de los niños y adolescentes para tomar decisiones médicas de tal trascendencia.

En lugar de centrarse en la cirugía de reasignación de género, no se necesita ser un experto para saber que lo más indicado es proporcionar terapia de apoyo y asesoramiento a los niños y adolescentes transgénero para ayudarles a explorar su identidad de género y encontrar formas de vivir cómodamente en su cuerpo biológico.

Esas “terapias de conversión”, que buscan “convencer” a estas pobres criaturas de que su identidad de género es incorrecta o no válida no solo no es ética, sino que puede causar daños emocionales y psicológicos enormes. En cambio, la terapia correcta es la que se centra en ayudar a los niños y adolescentes a comprender y aceptar su identidad de género, y encontrar formas de vivir cómodamente en su cuerpo biológico sin necesidad de cirugía.

Por supuesto que no se puede negar que la disforia de género es una condición real que afecta a muchas personas transgénero y que merecen acceso a tratamientos médicos y psicológicos adecuados que les permitan explorar su identidad y tomar decisiones informadas sobre su situación médica.

No se puede negar que todo este movimiento pro mutilaciones ha permeado a las organizaciones médicas y de salud mental, y forman parte de una tendencia seudoactivista. Una especie de moda que presiona estas ideas.

Alguien dijo: “El hombre es el lobo del hombre”.

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.