REGISTRO AKÁSICO

No se puede revivir el pasado

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Marx escribió al inicio del Manifiesto del Partido Comunista: “un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo”. Hoy se puede parodiar la célebre frase: un fantasma recorre las redes de comunicación electrónica, el fantasma del anticomunismo. En efecto, es corriente recibir videos de la década de 1980, donde se denuncia la maldad de la URSS. Yuri Bezmenov, un exagente de la KGB, despotrica contra Andropov, señala cómo se aprovechan las etapas de descomposición social para la decadencia de occidente. Por su parte, Arkady Shevchenko, exdiplomático, pinta la opípara vida de la élite soviética. Y así, otros más.

En general son una serie de materiales audiovisuales de propaganda que se quedaron sin blanco por la disolución de la Unión Soviética. Hace 28 años, esa superpotencia se disgregó sin pena ni gloria. Las más grandes unidades estatales conformaron nuevos países independientes, quince en la actualidad, los cuales sufrieron algunos ajustes, más o menos violentos. Su política exterior hostil, neutral o aliada con Moscú, los define en la actualidad.

Salvo con datos para análisis históricos, la discusión es imposible, por la tergiversación emocional de los hechos. Mientras algunos inventan carestías, otros señalan la traición burocrática. Otros más arguyen la falta de libertades, especialmente de palabra; en contraste con quienes afirman la cobertura de los servicios sociales. En fin, con el tiempo los balances serán mejores.

Pero la histeria anticomunista ha revivido. Un zombi se mueve en las universidades, asociaciones e iglesias. Uno de los temas más ridículos es el ataque frontal a la figura del Che Guevara. No se puede mencionar su nombre sin recibir a cambio el denuesto de asesino.

¿De dónde proviene ese insulto? No se refieren a la guerrilla iniciada en 1956, que culminó con la marcha triunfal en La Habana en el Año Nuevo de 1959. En un enfrentamiento se dispara y se reciben disparos; solamente locos podrían pensar que no existen pérdidas humanas lamentables.

En 2008, el libro de Jacobo Machover, La cara oculta del Che, inició el ataque. El escritor, nacido en Cuba en 1954 y emigró a Francia en 1963. Profesor de la Universidad de Avignon y de la Escuela Superior de Administración Pública de París, encontró tiempo para realizar un encomio de Batista y condenar los mitos, naufragios y ocultismo del totalitarismo tropical. Acusa al Che por el encargo de custodiar la cárcel donde fueron confinados los esbirros responsables de ejecuciones extrajudiciales, rápidamente fusilados en comparecencias públicas. El mismo Che Guevara, en Naciones Unidas, reconoció la responsabilidad del régimen cubano de proceder sumariamente. Eso le vale, ahora, hacerlo personalmente responsable de todo.

' Las luchas ideológicas del siglo XX poco ofrecen para desentrañar la política del presente.

Antonio Mosquera Aguilar

Es curiosa la rápida traducción del libro a varios idiomas, reseña en los servicios oficiales de noticias europeos y amplificación en sendos artículos de afamados periódicos. El mismo año de su lanzamiento, el presidente del partido Islamista Justicia y Desarrollo de Turquía, Ismail Kahraman, fue el primero en lanzar, sin qué ni para qué, la afrenta. Aunque ha sorprendido que las camisetas con su efigie, hecha por el fotógrafo Korda, continúan con altas ventas. A 52 años de su muerte, es patente el renovado encono en los detractores.

El odio se desborda, las tertulias electrónicas llevan los más disparatados ataques. Todo por mantener en el poder a los de siempre. Se lleva a revivir el anticomunismo para vetar nombramientos, descalificar recomendaciones o impedir terminar con el ostracismo. De las bendiciones hipócritas a la falsa injuria.

ESCRITO POR:
Antonio Mosquera Aguilar
Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.