RINCÓN DE PETUL

Palabras al yo, futuro abogado

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Veinte años hoy desde que te impusieron esa toga. Aquella noche de noviembre, cuando el siglo empezaba a rodar. Pocas ocasiones producen tan radiante expectativa. El acto que te graduaba como un nuevo profesional. ¿Qué te diría el yo de hoy, si tan solo lo pudiera hacer? Te perfilabas a un entorno que te era imposible anticipar. El momento fue contento; a tu frente, tus queridos sonreían. Conocían ese sueño que desde niño te llevó a vivir ese momento. Desde donde llega tu memoria, quisiste ser ese letrado. Ni sabías, con exactitud, en qué consistía la labor. De hecho, ni al enrolarte en la facultad, conocías que la mitad de tus estudios serían sobre notariado, que finalmente fue lo que te dedicaste a ejercer. ¿Qué veías, entonces, en el ser un abogado? Tu amplio entorno de amigos era muy fresa; no pudo ser que en ti hubiera una sed por más justicia colectiva. Las fantasías hollywoodescas, de togados y jurados, se sabía que diferían de nuestra empapelada realidad. El recuerdo del abuelo pudo influir. Pero jamás hablaste con él sobre su carrera. Hoy solo hay una forma como racionalizo hacia dónde te dirigías.

' La complicidad con el crimen jamás será una distinción.

Pedro Pablo Solares

La distinción del abogado, ante la colectividad, creo que te atrajo y cautivó. Ese rol entre su hacedor y los preceptos. El regulador de relaciones. El respeto que se gana el árbitro, que sanciona una u otra cosa. Son las ideas que recuerdo que rondaban en aquella mente tuya; tan romantizada e invadida de inocente juventud. Ni sabías que te habían influido; pero escuchaste historias del abuelo entrando -distinguido- a su oficina, frente al Parque la Concordia. Nunca siquiera lo presenciaste, pero en tu imaginación, miras la puerta de madera con detalles bronceados. Lo imaginas ingresando frente a transeúntes. Bastón en mano y un Stetson sobre la cabeza. ¿Por pensabas en esos detalles? No enfatizo algo de clase; sino la purísima posición del rol, la que creo que te motivaba a escalar. Ya ese papel jugabas en los argumentos adolescentes. Tus amigos, meros desinteresados, te etiquetaban por argumentar. Algunos rufianes, cínicamente normalizaban el concepto de justicia. Buscabas diferenciarte; tener una respuesta ante el desprecio hacia soluciones de lo que nos afecta a todos.

Te veo ahí parado, irradiando ilusión, embebido de ambiciones, y pienso que jamás hubieras podido anticipar lo que venía. El triunfo de la corrupción. Las costosas epifanías. Fue entendible que al principio te atrajeran los negocios. Es cómodo trabajar haciendo trámites sencillos a los clientes que manejan plata. Lo que no fue fácil para ti, fue pasarte una vida entera haciendo solo eso. Algo más cautivó tu atención. La providencia te llevó a atender a un migrante que pagó sobradamente tus servicios. Detrás de él vinieron otros miles. Los abandonados y excluidos que, sin linaje, demandaban unos cambios. Demandaban éxito en tu gestión. Pero tu título dejó de funcionar cuando cambió el apellido de tus clientes. Sentiste la hediondez de la injusticia. Extrapolaste hacia otras demandas sociales. Te estrellaste contra el paredón de un Estado excluyente; y de oficinas atestadas de mediocridad y servilismo. De eso, hace varios años.

Hace poco, hablábamos con un distinguidísimo colega sobre la impotencia de actuar en Derecho contra fuerzas bandoleras en un asunto privado. Hoy, tras un breve péndulo ilusorio, tu gremio está apachado; a la merced de otras cosas, que nada tienen que ver con los preceptos aprendidos. ¿Qué puedo decirte, entonces, joven graduando? La necesidad de diferenciarte es lo que me viene a mente. Es el llamado de tu sociedad. Los caminos serán frontales y debes ser incómodo. Frente a todos los cómplices: las mudas facultades universitarias; el colegio profesional, y las instituciones contagiadas. Será sacrificado, pero ¿qué otra opción te queda? La complicidad con el crimen jamás será una distinción.

ESCRITO POR:

Pedro Pablo Solares

Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.