Pluma invitada
¿Qué tanto debe asustarnos la gripe aviar?
Los consumidores de leche y carne tal vez no tengan que preocuparse tanto si siguen las recomendaciones.
El grado al que debe preocuparte el H5N1 (el virus de la gripe aviar que se propaga en las granjas lecheras de Estados Unidos) depende de quién seas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades afirmaron que, ahora, el virus H5N1 tiene un riesgo bajo para el público general. El riesgo que plantea el virus se ve atenuado por el hecho de que no se propaga con facilidad entre las personas… todavía.
En estos momentos, los expertos en salud pública tienen la difícil tarea de instar a las autoridades que pueden hacer algo en contra del H5N1 a que actúen sin perder la confianza de la ciudadanía. Los estadounidenses acaban de pasar por una pandemia que causó la pérdida de más de un millón de vidas. Es posible que se sientan cansados de recibir más malas noticias o mensajes basados en el miedo. No es fácil, pero es importante comunicar que el nivel de amenaza para la mayoría de la gente es bajo, pero que, si no se hace nada al respecto, podría llegar a ser bastante alto.
Los expertos tienen que dejar claro que, en la actualidad, las medidas están en manos de los gobernantes y de los productores agrícolas, no del público en general. Pero la atención pública es crucial para garantizar que las autoridades tengan la disposición a actuar.
Nadie sabe si el H5N1, de no controlarse, se convertirá en la pandemia mortal que los expertos en salud pública como yo tememos que pueda llegar a ser. Muchos de nosotros llevamos más de 20 años viendo con preocupación el H5N1.
Como epidemióloga, me uno a quienes les preocupa que a medida que el H5N1 siga infectando a los animales y a las personas expuestos a ellos, pueda convertirse en una amenaza mayor. El virus podría mutar y adquirir la capacidad de infectar más fácilmente a las personas. Dado que no tenemos inmunidad a este virus, una versión muy contagiosa podría causar una nueva pandemia. Los virus de la gripe cambian mucho más rápido que otros y han provocado cuatro pandemias desde principios del siglo XX.
El H5N1 no tendría que iniciar una pandemia para ser considerado una amenaza pública. De las casi 900 personas que se sabe han contraído el virus en todo el mundo desde 2003, cerca de la mitad han muerto. Esto significa que el H5N1 suele ser más mortal que los virus que causan la gripe estacional y el COVID-19.
La cifra menor de infecciones de H5N1 en humanos reportada hasta ahora en Estados Unidos no ha sido mortal, pero eso no significa que las infecciones futuras vayan a ser igual de leves. En un estudio reciente, el virus se propagó entre los hurones —considerados sustitutos de cómo afectan los virus de la gripe a los humanos—, que no lograron sobrevivir. Esto nos advierte que el virus tiene el potencial de ser muy peligroso.
Los trabajadores agrícolas que conviven de cerca con animales como pollos y ganado son los que tienen el mayor riesgo de infección.
Casi todas las personas que se contagiaron del virus H5N1 estuvieron en contacto con animales infectados. A medida que el virus se propaga, ha demostrado que es capaz de infectar a más y más especies de animales, lo que podría aumentar el riesgo de que los humanos entren en contacto con él.
Los trabajadores agrícolas que conviven de cerca con animales como pollos y ganado son los que tienen el mayor riesgo de infección. Se sabe menos sobre la amenaza para los trabajadores agrícolas que no están en contacto estrecho con ganado y aves de corral o sobre las personas que pueden entrar en contacto con animales infectados de otro modo, como veterinarios y personas que trabajan en zoológicos o ferias del condado. El virus se detectó en un matadero y en varios otros animales de granja, como cabras, alpacas y gatos.
Los consumidores de leche y carne tal vez no tengan que preocuparse tanto si siguen las recomendaciones. Las pruebas realizadas por el Departamento de Agricultura y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos han confirmado hasta ahora que es poco probable que la leche pasteurizada y la carne de res cocinada al menos a fuego medio infecten a las personas (aunque un experimento reciente mostró que la leche puede conservar virus infecciosos después de la pasteurización si está contaminada con altos niveles de H5N1, parece poco probable que esto ocurra con la leche pasteurizada producida en condiciones reales).
Es más arriesgado consumir leche sin pasteurizar o carne poco cocinada, ya que ambas pueden ser portadoras del virus H5N1 infeccioso y han causado brotes de otros patógenos. Aunque todavía no hay casos de personas que hayan contraído el virus H5N1 por consumir leche o carne en Estados Unidos, los gatos que bebieron leche sin pasteurizar en granjas lecheras infectadas por el virus H5N1 sí murieron.
Aunque el suministro de alimentos sea en gran medida seguro, el H5N1 amenaza nuestra economía. El virus es letal para las aves y le ha causado cientos de millones de dólares en pérdidas a la industria avícola, además de provocar un marcado aumento en el precio del huevo el año pasado. La respuesta al H5N1 y a otros virus de la gripe aviar en las granjas avícolas ha motivado acciones rápidas de contención que aún se mantienen. El Departamento de Agricultura exige a los granjeros que sacrifiquen a todos los animales si se detecta una sola infección.
En comparación, la respuesta al H5N1 en las granjas lecheras ha sido menos drástica. Aunque es menos probable que las vacas mueran a causa del H5N1, el virus puede causar una enfermedad grave y disminuir su producción de leche. Ganaderos de varios estados han sacrificado vacas infectadas que no se recuperaron de la infección por H5N1.
El hecho de que la vigilancia y la respuesta a las infecciones en las granjas lecheras sean en gran medida voluntarias es muy preocupante. Las pruebas en las granjas no son lo bastante sistemáticas ni rápidas como para proteger a los trabajadores antes de que se expongan al ganado infectado. En algunos estados, las autoridades sanitarias no han podido acceder a las granjas para monitorear a los trabajadores e investigar cómo se está propagando el virus. Por este motivo, quienes deben estar preocupados son aquellos que dirigen nuestras organizaciones agrarias y sanitarias, en cuyas manos está proteger a los trabajadores de las granjas y evitar una pandemia.
El H5N1 ya supone un riesgo suficiente para justificar la adopción de medidas, antes de que el virus se convierta en una amenaza pandémica para Estados Unidos. Para entonces, todo el mundo tendrá que preocuparse.
* Epidemióloga y directora del Centro Pandémico de la Universidad Brown, EE. UU.
c.2024 The New York Times Company